El Tribunal Federal Oral Nº 1 de Mendoza condenó a 1o años de prisión a Sebastián Solé, dueño de un prostíbulo que funcionaba en la calle 25 de Mayo de Ciudad, frente al hotel Hyatt. Hubo, además, otros siete condenados a entre dos y cinco años y tres absueltos.
El fallo, leído este viernes en la tarde, contempló que se cometió el delito "explotación económica por ejercicio de la prostitución ajena" en el funcionamiento del negocio Pyme Vip, consignó el portal Fiscales.gov.ar. Llegaron a juicio oral 11 acusados de participar en la comisión de ese delito.
Entre los condenados se cuentan un inspector municipal, dos policías de la Federal, un ginecólogo que atendía a las mujeres comerciadas, un electricista, un encargado de mantenimiento y la cajera del prostíbulo.
A Paola González, la mujer que cobraba en el prostíbulo, considerada la mano derecha del dueño, el Tribunal Federal le dio cinco años de prisión, igual que a Gustavo Torrez, quien enfrentó cargos por obligar a su pareja a ejercer la prostitución. El electricista Cristian Prado recibió 3 años y medio de prisión de condena por servir a los intereses de Solé sabiendo lo que ocurría en el prostíbulo.
El inspector municipal Raúl Cuquejo fue condenado a dos años de prisión en suspenso e inhabilitado de por vida para el trabajo que ejercía tras se encontrado culpable de evitar clausurar el prostíbulo por plata. Y al ginecólogo Osvaldo Pastorino le dieron dos años de prisión en suspenso y cuatro de inhabilitación profesional.
Los cabos de la Policía Federal Ángel Arias y Nelson Bravo fueron condenados a dos años de prisión en suspenso y echados de la fuerza por ser sindicados como vendedores de protección al prostíbulo.
Los patovicas Saúl Segura, Sergio Cardelo y Sergio Carvelli fueron absueltos.
El Tribunal, además, ordenó el decomiso del domicilio “en la medida que no afecte a terceros” y que se investigue la posible participación de los conserjes del hotel Hyatt.
El prostíbulo de Solé fue allanado el 1º de mayo de 2013. El implicado es licenciado en sistemas y regenteaba el prostíbulo sin habilitación municipal con unas 30 mujeres a disposición de los clientes, en su mayoría turistas alojados en el Hyatt, jueces y empresarios. Solé, en seis años que duró el negocio frente al hotel de la cadena estadounidense reunió millones, pero al final cayó.
Los pesquisas llegaron al negocio gracias a la denuncia de una de estas mujeres, quien declaró en Buenos Aires haber sido obligada a prostituirse en Pyme Vip, que era clandestino para la Municipalidad, aunque sin mayores trabas para funcionar mientras estuvo abierto.