Obligado a entrenarse en la periferia del torneo y con una muñeca que vuelve a martirizarlo, Juan Martín del Potro está en dudas para iniciar el Abierto de Australia, en el que tiene programado el debut el martes contra el polaco Jerzy Janowicz.
"Hoy no sabemos si jugamos. Puede pasar cualquier cosa", dijo Franco Davín, entrenador de Del Potro, tras un entrenamiento que no llegó a completarse. "Me duele", dijo el campeón del US Open 2009 al abortar el entrenamiento con el uruguayo Pablo Cuevas en la cancha 26 del complejo de Melbourne Park. "No podía pegar el revés", certificó Davín en la soleada tarde de verano de Melbourne, sede del primer Grand Slam de la temporada.
Del Potro regresó esta semana en Sydney tras diez meses de inactividad debido a una operación en la muñeca izquierda. El hecho de que ganara dos partidos y llegara hasta los cuartos de final fue una sorpresa para Davín: "Lo de Sydney fue inesperado, Juan no deja de sorprenderme".
El tandilense se entrenó esta mañana a buen ritmo con el ruso Teimuraz Gabashvili, sin dificultades aparentes para impactar el revés. Por la tarde, ya con Cuevas, las cosas fueron diferentes: los dolores en la muñeca izquierda comenzaron a los 20 minutos. Tras pedirle a Cuevas que bajara la intensidad de sus tiros al revés, del Potro probó un rato más hasta que dijo "basta" y cortó el entrenamiento.
Preocupado y entristecido, Delpo dejó una cancha que le recuerda su perdido status de estrella. Cuando era top five se entrenaba en las mejores, las más cercanas al corazón del torneo y con las principales raquetas del circuito haciendo fila para cambiar golpes con él. La cancha 26 es, en cambio, el último límite del Abierto de Australia, un lugar en el que se está casi fuera del torneo. "Mirá dónde estamos...", decía resignado Davín. "Casi nos caemos del torneo", agregó con una sonrisa. Las sensaciones, en ese aspecto, serán mejores mañana para Del Potro, de 26 años y 338 del ranking mundial, ya que se entrenará con Bernard Tomic, ídolo local.
Las preguntas son muchas, desde si la muñeca le permitirá continuar con la puesta a punto para el debut, hasta las exigencias que, llegado el caso, le planteará Janowicz, un hombre al que nunca se midió, pero que es conocido por la demoledora potencia y velocidad de su servicio.
"Uno puede pensar que Janowicz es bueno como rival, menos exigente para la muñeca, porque le demanda menos intercambios. Pero Janowicz también te tira bajo al revés, y para devolver ese tiro necesitás darle con top. Y bloquearle el saque en la devolución también duele", añadió Davín.
El dolor de Del Potro se produce en especial cuando exige la muñeca izquierda, la de contrapeso en su revés, en los tiros con top spin, que implican más tiempo de contacto con la pelota. Una especie de pequeñísimo sobrehueso sería el causante del dolor. El doctor Richard Berger le planteó ya la posibilidad de una "mini-operación" para solucionar el problema, pero Del Potro no quiere más operaciones, quiere jugar. Entre el domingo y el martes sabrá si es posible.