Mientras el cemento quemaba los pies en una jornada agobiante, la plaza Independencia, en la capital de Mendoza, ardía al calor de cientos de pibas y pibes que siguieron el tratamiento del proyecto de ley de Aborto Legal en la Cámara de Diputados agitando pañuelos y cantando con la esperanza de que, esta vez sí, sea ley.
En el prado que rodea la fuente principal y en cada espacio a la sombra se reunieron cientos a la espera de la media sanción, que se da por descontada, en la cámara baja.
Pasadas las 16 comenzaron a instalarse en la plaza con gazebos organizaciones políticas, feministas, sociales, barriales. Al caer el sol la concurrencia se hizo mayor y se llenaron los espacios en torno a la pantalla gigante.
La sesión fue acompañada por el clásico cancionero abortero que incluye el carnavalito, el arroz con leche y otros con los que las y los militantes del aborto legal acompañaron una tarde de ánimo festivo.
Pasaban los discursos y con cada intervención se intercalaron los chiflidos o aplausos, algunos de pie. Canciones a tiro de megáfono, bengalas y el agite de pañuelos al grito de "azo azo azo, se viene el pañuelazo" se extendieron toda la tarde.
Muchas chicas se quedaron durante la noche siguiendo el debate hasta que, poco después de las 7, llegó el festejo colectivo.