Desde Tucumán, la presidenta Cristina Fernández desafió a la oposición a decir qué hacer con el país en lugar de lo que critica del Gobierno. Dijo que le “gustaría más una Argentina en la cual se escucharan además de las cosas que hace el oficialismo, otras propuestas y entonces entablar un sano debate democrático”.
Y agregó: “Cuando hablo de propuestas hablo también de la autoridad para hablar. Nadie sale de debajo de las baldosas, nadie nació de un repollo, todos venimos de una historia, por eso yo valoro tanto a los jóvenes que no vienen con tantas mañas, solo vienen con solidaridad y sus compromisos. Vienen a decir qué podemos hacer por este proyecto”.
La mandataria arribó jueves en la tarde a Tucumán para encabezar la inauguración del hospital Eva Perón, de una planta de tratamiento de líquidos cloacales y de viviendas, y de una escuela. "Nada es eterno si no se cuida y los primeros que tienen que cuidar este hospital y a los dirigentes de la provincia son los tucumanos con su decisión política", enfatizó.
La Presidenta estuvo con el gobernador José Alperovich, la presidenta provisional del Senado, Beatriz Rojkés, los ministros Julio De Vido (Planificación) y Juan Manzur (Salud) y Susana Trimarco. Inauguró además la nueva planta de tratamiento de líquidos cloacales San Felipe, que beneficiará a 600.000 habitantes, y procedió a la entrega de 108 viviendas a 540 vecinos de Lomas del Tafí, localidad de Tafí Viejo.
La Presidenta consideró que “trabajo, vivienda, salud y educación son las claves de la movilidad social ascendente, para eso se está en política”; en un discurso de fuerte tono proselitista.
“Somos dirigentes políticos, en este espacio amplio y plural, que cuando nos paramos frente a un micrófono no nos paramos ni a descalificar ni agraviar, a denunciar o a insultar, porque nos paramos a contar las cosas que hemos hecho, las que estamos haciendo y las que vamos a seguir haciendo”, remarcó, y abogó por “abrir los brazos a todo argentino, cualesquiera sea lo que piense”.