La Academia presentó las últimas modificaciones a su diccionario, que según sus encargados apunta a ser "americanista". Pidieron no "matar al mensajero" por las palabras que usan los hablantes.
La Real Academia Española entregó este viernes el original de la XXIII edición de su tradicional diccionario con la incorporación de nuevos términos que intentan darle un tono "americanista" y suprimir términos que molesten a colectivos sociales, aunque mantiene otros como "maricón" o "mariconada" porque, dicen sus encargados, "esas palabras existen".
El 10% de las 200.000 acepciones son americanismos. “Queremos que sea el Diccionario de referencia para todo el mundo. Se nos criticaba que en el lenguaje del deporte estaban sobre todo representados los de España y en esta edición hemos introducido términos americanos”, explicó el secretario de la RAE, Darío Villanueva. En la elaboración del texto, que también experimentará modificaciones formales (en formato, tipografía y presentación, entre otras), han participado las 22 academias de la lengua española.
Algunos cambios lexicográficos apuntan a incluir demandas de colectivos —se eliminan acepciones sexistas del tipo de femenino: “débil, endeble”, masculino: “varonil, enérgico”, huérfano: “Dicho de una persona de menor edad: a quien se le han muerto el padre y la madre o uno de los dos, especialmente el padre”— pero el director del DRAE, el académico Pedro Álvarez de Miranda, subraya que desaparecen porque han dejado de ser “definiciones veraces”.
Sin embargo, continuarán términos que para muchos pueden ser irritantes pero "siguen circulando en la lengua", aunque se puntualizan con una marca: mariconada aparecerá identificada con la etiqueta de “malsonante”. “Hay que procurar no herir la sensibilidad de nadie pero la lexicografía no puede hacer dejación de su responsabilidad, que es consignar lo que en la lengua existe”, señala Álvarez de Miranda, responsable desde 2011 del DRAE. “El lexicógrafo que recoge en un Diccionario la palabra maricón no es homófobo. Esa palabra existe”, añade.
Darío Villanueva recurre a una cita de Aristóteles para exponer la visión de la RAE: “La palabra existe para manifestar lo conveniente y lo dañino, así como lo justo y lo injusto”. “Sería absurdo”, añade Villanueva, “que el DRAE solo recogiese las palabras bonitas. Incluir palabras que no son políticamente correctas en el Diccionario no es una forma de avalarlas. La lengua es de todos, también de quienes son menos sensibles y usan el lenguaje para insultar”.
Para Pedro Álvarez de Miranda, la cosa está clara: “La lengua es así, no es de la Academia ni de los lexicógrafos. Con quien hay que enfadarse es con nosotros mismos, los hablantes. Un diccionario es bueno si es veraz. Lo otro es matar al mensajero”.
Se agregan alrededor de cinco mil entradas, entre ellas: “tuitear”, “red social” y “dron”.
“Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mente”, decía el filósofo austríaco Ludwig Wittgenstein. Parece que la Real Academia Española opina de la misma forma, y decidió expandir sus vocabulario para poder dar cuenta de los avances sociales y tecnológicos de los últimos años.
El diccionario de la RAE (DRAE), que es publicado en papel por la editorial Espasa para todos los países de lengua hispánica, también se puede consultar online aunque allí no se encuentra actualizada la información aún. En promedio, su sitio recibe 40 millones de consultas al mes ya que la institución es la principal referencia académica en lo referido al lenguaje español del mundo.
Durante los próximos meses, hasta agosto, se llevará a cabo el proceso de revisión y corrección de pruebas, de modo que el DRAE pueda entrar en la imprenta después del verano. La obra se distribuirá simultáneamente en España y América.
Este diccionario tendrá 2400 páginas y se editará en un solo tomo cuyas dimensiones serán de 17,5×26 centímetros. También se publicarán una versión en dos volúmenes, destinada a América, y otra especial para coleccionistas.
El número de artículos de la XXIII edición ascenderá a algo más de 93 mil, unos 6 mil más que los incluidos en la anterior (2001) y más del doble de los aparecidos en el primer diccionario de uso de la RAE, publicado en 1780. En total, el Diccionario recogerá cerca de 200 mil acepciones -entre ellas 19 mil americanismos- y alrededor de 6 mil artículos nuevos.
Además de los cambios en esta edición, se suman también un total de 22 mil modificaciones que se fueron actualizando en la web (entre nuevos artículos, enmiendas y supresiones) desde que se publicó la anterior edición en el 2001.
La última tanda de enmiendas se había hecho en 2012, en un contexto atravesado por los debates sobre el matrimonio igualitario, la homosexualidad, etc. Entonces, se agregaron al DRAE palabras en relación a eso. Pero también, la tecnología ponía en evidencia algunos límites del lenguaje formal, de los que la Real Academia tuvo que dar cuenta: conceptos como “bloguero”, “chat”, “friki”, “espanglish”, “SMS” y “tableta electrónica” fueron agregados en esa tanda, aunque todavía no están subidos a la web.
También se agregaron palabras que hablan mucho de este siglo XXI, como “medicalización”, “cortoplacismo”. Estarán también presentes americanismos como “jonrón” (del inglés “home run”), “audioguía”, “pilates” y “precuela”. “Impasse”, “multiculturalidad”, “feminicidio”, hacker, “externalizar”, “spa” y “positividad” son otras de las entradas que se suman a esta edición ampliada y renovada del diccionario de la RAE.
Algunas de las nuevas palabras incorporadas:
Audioguía: Dispositivo electrónico portátil de uso individual que, a través de grabaciones, proporciona información en la visita a una exposición, paseos turísticos, etc.
Bótox: Toxina bacteriana utilizada en cirugía estética.
Cameo: Intervención breve de un personaje célebre, actor o no, en una película o una serie de televisión.
Cortoplacista: Que persigue resultados o efectos a corto plazo.
Dron: Aeronave no tripulada.
Hipervínculo: enlace.
Identikit: retrato robot.
Jonrón: En el béisbol, jugada en que el bateador golpea la pelota enviándola fuera del campo, lo que le permite recorrer todas las bases y anotar una carrera.
Medicalizar: Dotar a algo, como un medio de transporte, de lo necesario para ofrecer asistencia médica. Dar carácter médico a algo.
Naturopatía: Método curativo de enfermedades humanas mediante el uso de productos naturales.
Pilates: Método gimnástico que aúna el ejercicio corporal con el control mental, basado en la respiración y la relajación.
Precuela: Obra literaria o cinematográfica que cuenta hechos que preceden a los de otra obra ya existente.
Serendipia: Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual.
Fuente: diario El País/Periodismo.com