Esta es la historia de 16 violines cuyas cuerdas, al volver a sonar, reviven una terrible tragedia. Son los violines de la Shoah, y vuelven a los escenarios, en Dresde, Alemania. Algunos tienen la estrella de David grabada. Todos ellos pertenecían a violinistas judíos que desaparecieron en el campo de concentración de Auschwitz.
El luthier israelí, Amnon Weinstein ha restaurado muchos de estos violines que hoy tocan los músicos de la Orquesta Filarmónica de Dresde.
"Es un momento muy especial: pienso en quienes tuvieron este violín en sus manos y en las circunstancias en las que tuvieron que tocar", asegura emocionado el primer violinista, Wolfgang Hentrich.
En su taller en Tel Aviv, este luthier lleva dos décadas documentando las historias que se ocultan detrás de las cuerdas: "Alguien escribió dentro del violín: Heil Hitler, 1936, junto a la esvástica".
En el escenario de horror y muerte que fue Auschwitz, paradójicamente la música sonaba a menudo. Estos violines acompañaron con su música incluso a quienes aguardaban en filas para entrar en las cámaras de gas.
Algunos de los músicos judíos deportados que sobrevivieron al Holocausto, sintiendo tal vez un odio por la música, no volvieron a tocar jamás...