El primer picosatélite de comunicaciones argentino será lanzado este jueves desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral, en un hecho "histórico" que es también la coronación de una idea que nació en las aulas de una secundaria técnica de Mar del Plata y que fue madurando gracias a la apuesta tanto de empresas privadas como del Estado Nacional.
"Es un lanzamiento histórico para nuestro país y el mundo", aseguró el docente y CEO de la empresa Innova Space, Alejandro Cordero, respecto del minisatélite de 461 gramos de peso diseñado para dar conectividad de internet de las cosas (IdC, IOT por sus siglas en inglés) a zonas rurales del país como parte de una constelación de 130 que se esperan mandar al espacio en los próximos tres años.
La subsecretaria de Economía del Conocimiento del Ministerio de Desarrollo Productivo, María Apólito, destacó que el MDQubeSAT1 San Martín -tal el nombre del picosatélite- "es el primero de Latinoamérica en este tamaño y con estas características específicas", y ponderó el proyecto como un "modelo" tanto de colaboración público/privada como "de una alianza virtuosa entre la educación y el mundo productivo".
Los minisatélites representan la nueva generación, cuya principal ventaja es la reducción de costos de construcción y lanzamiento, y se designan así a todos los que pesan menos de 500 kilos. A su vez, hay distintas subcategorías y el término "picosatélite" está reservado para los que pesan entre 100 y 1.000 gramos.
Por otro lado, la internet de las cosas -que algunos identifican como la próxima revolución industrial- hace referencia a la interconexión digital de objetos cotidianos con internet y sin la intermediación de personas.
"Este tipo de servicio de conectividad va a ser un común denominador de muchos sectores económicos porque tener en línea todo lo que atañe a un sector productivo es lo que se viene", dijo Apólito a Télam.
La funcionaria explicó que para monitorear permanentemente y de manera remota cuestiones como "tiempos de cosecha, sequía u otras variables meteorológicas", por ejemplo, no basta con sensores en el terreno sino que "necesitás conectividad entre los equipos y las apps que utilizan los productores; y para eso se necesita el servicio de internet de las cosas" vía satelital donde no la hay.