
Las asambleas por el agua recordaron la prédica del Papa Francisco por los bienes comunes a través de sus intervenciones públicas y de la encíclica Laudato Si.
El Papa Francisco, en su mensaje sobre la crisis climática, destacó la importancia de "salvar la madre tierra, salvar la biodiversidad y salvarnos a nosotros mismos". Estas palabras resuenan con fuerza en Mendoza, donde la instalación de la minera San Jorge pone en riesgo el agua, un bien común esencial para la región, señalaron los asambleístas.
Las políticas del gobierno de Javier Milei, conocido por su negación del cambio climático, y de Alfredo Cornejo, quien criminaliza a los defensores del agua, han generado preocupación y movilización social. Francisco subrayó que el cambio climático no solo es un problema ambiental, sino también ético, social y humano. La degradación ambiental está intrínsecamente ligada a la degradación de los valores y la dignidad humana.
"El problema del cambio climático está relacionado con cuestiones que tienen que ver con la ética, la equidad, la justicia social. La situación actual de degradación ambiental, está conectada con la degradación humana, ética y social, tal como lo experimentamos día a día. Esto nos obliga a pensar sobre el sentido de nuestros modelos de consumo y de producción, en los procesos de educación y concientización para que sean coherentes con la dignidad humana. Estamos frente a un desafío de civilización", recordaron en un posteo las asambleas.
Las asambleas por el agua en Mendoza son un llamado a repensar los modelos de consumo y producción, y a promover procesos educativos que prioricen el bien común. Este movimiento trasciende diferencias sociales, religiosas y políticas, uniendo a la comunidad en defensa de su futuro, y en ese contexto recordaron al papa.