Con el impulso de las nuevas leyes que convierten en letra muerta la 7722, desembarcó en Mendoza una misión del gobierno de Canadá para hacer negocios con el cobre que atesora la cordillera en Malargüe.
Este lunes Alfredo Cornejo y el gabinete del ministerio de Energía y Ambiente recibieron a Tomás Cabanillas, director adjunto de Promociones y Exportaciones mineras de Canadá en América Latina, y el delegado comercial de la Embajada de ese país en Argentina, Alejandro D’Agostino.
Sin vueltas, los canadienses reconocieron sus apetencias sobre el cobre mendocino, apalancados en el embate prominero del cornejismo: “Hemos visto cómo este Gobierno ha buscado que Mendoza se posicione poco a poco en el mapa minero mundial y venimos a Mendoza principalmente por el cobre, porque estamos atrás de este mineral”.
Cabanillas destacó que esta presencia en Mendoza “tiene la posibilidad de un futuro crecimiento exponencial asociado especialmente a los proyectos de cobre”.
Cornejo apuntó a su turno: “Estamos bastante alineados en los pilares que plantean, y nuestra estrategia con el sector privado es trabajar para ir cambiando el panorama minero actual”.
En la víspera del tratamiento del paquete de 34 proyectos mineros, Cornejo postuló que su aprobación en la Legislatura le dará "seguridad jurídica a este impulso minero que estamos llevando adelante”.
D’Agostino apuntó: “Desde la Embajada vemos que Mendoza va tomando conceptos que buscan las empresas internacionales y que no todas las provincias han sabido tomar”. Y mencionó que Mendoza “seguramente está un poco más atrás que otras, pero está sabiendo interpretar y corregir los errores que han cometido los demás, y es ahí donde veo que van un paso adelante”.