Martín Fabro, quien surgió del Rojo, a los 15 del primer tiempo, y Matías Sproat, a los 17 de la segunda etapa, marcaron los goles del conjunto visitante, mientras que, para el local había igualado transitoriamente, a los 29 del primer tiempo, Daniel Montenegro, de penal.
El árbitro Carlos Maglio, de polémica actuación, expulsó a Martín Zapata, de Independiente, y a Gustavo Ruiz Díaz, de Brown, a los 48 minutos del primer tiempo.
El equipo de Miguel Angel Brindisi decepcionó a los cerca de 30 mil socios que colmaron el Libertadores de América y que, en su gran mayoría, silbaron a los jugadores, insultaron al presidente, Javier Cantero, y aplaudieron al rival.
En su primer examen en la categoría, Independiente se encontró con un adversario siempre bien parado en el campo de juego, que con la pelota intentó asociarse y que, por si fuera poco, consiguió la victoria más importante de su historia.
Al `Rojo` le costó el partido desde el inicio porque tuvo la pelota pero nunca encontró los espacios para lastimar a Brown.
En este sentido, Montenegro nunca se hizo cargo de la conducción y los dos delanteros Sebastián Penco y Cristian Menéndez jugaron de espaldas al arco que defendió Matías Giordano.
A los problemas en el ataque se sumaron los de la defensa ya que Fabián Monserrat, lateral derecho improvisado ante la ausencia por lesión de Cristian Tula y Gabriel Vallés, sufrió mucho por su sector con Matías Sproat y Martín Fabro.
Así fue que en la primera llegada profunda, el `Tricolor` sorprendió y se puso arriba en el marcador.
Mal rechazo por la zona izquierda, la pelota cruzó todo el campo y la recibió Fabro, quien apoyó con Facundo Lemmo y picó para la devolución a la espalda de Monserrat.
Allí recibió en el área y con un tiro cruzado superó la resistencia de Fabián Assmann, la otra apuesta de Brindisi que lo eligió por sobre Diego Rodríguez.
El dueño de casa fue con lo que tenía en busca del empate que llegó, casi quince minutos después, con un penal -dudoso- que le cometió Lemmo a Martín Zapata.
El capitán `Rolfi` Montenegro, en medio del hermetismo, fue el que lo transformó en gol.
Antes del descanso, Maglio, quien además del penal también cobró una posición adelantada desde un lateral, tomó la decisión de expulsar a Zapata, del local, y a Gustavo Ruiz Díaz en la visita.
El hombre de menos confundió a Independiente y también a Brindisi, quien se apuró y en el entretiempo sacó al problemático Monserrat y a Juan Manuel Trejo e hizo ingresar a Leonel Miranda y Federico Mancuello, respectivamente.
En cambio, el equipo de Pablo Vico se afianzó en la cancha basado en el mando de Fabro, quien fue imparable para los volantes y defensores locales.
De hecho, fue el mismo mediocampista nacido en la cantera de Villa Domínico el que inició el golpe final -sellado por Matías Sproat- para la primera de las 42 ´pesadillas que tendrá Independiente a lo largo del periplo por la segunda categoría del fúbbol argentino.
Desde ese momento, el desconcierto y desorden del `Diablo` fue total.
Jugó con una línea de tres defensores muy endeble, terminó con tres enganches con el ingreso de Matías Pisano y con más empuje que fútbol intentó llegar a la igualdad que nunca estuvo cerca de conseguirla.
Los goles
Fuente: Télam
