Un total de 115 cardenales —81 del orden de los presbíteros, 30 del de los diáconos y cuatro del orden de los obispos— ingresaron a las 16.30 hora del Vaticano —la misma hora en la España peninsular— en la capilla Sixtina para elegir al 266º Papa de la historia de la Iglesia Católica. Antes, se reunieron un cuarto de hora en la cercana capilla Paulina para una oración inicial, tras la cual el purpurado que preside el rito, el cardenal Giovanni Battista Re, les recordó en latín, lengua en la que se desarrolla el ritual, que están allí para elegir al Sumo Pontífice.
Ya en la capilla Sixtina, el cardenal decano, Angelo Sodano, leyó la fórmula de juramento para a continuación cada cardenal elector pronunciar su nombre, poniendo la mano sobre los Evangelios: "Prometo, me obligo y juro", han dicho los cardenales.
Según la fórmula del juramento, recogida en la 'Universi Dominicis Gregis', los cardenales prometen "observar con la máxima fidelidad" el secreto sobre todo lo relacionado con la elección del nuevo papa, tanto durante como después de la elección; juran no favorecer ninguna interferencia, y cada uno se compromete, en caso de ser elegido, a desempeñar fielmente el 'munus Petrinum' de Pastor de la Iglesia Universal.
A continuación, el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias pronunciará el 'extra omnes' —todos fuera— y los no electores deberán abandonar la Capilla Sixtina. Tras la meditación, el eclesiástico encargado de pronunciarla saldrá de la Capilla junto al Maestro de Celebraciones Litúrgicas.
Los votos
Los cardenales deben emitir su voto secreto frente al fresco pintado por Miguel Ángel en la pared del altar de la Capilla Sixtina, el Juicio Universal. Según indicó el obispo auxiliar de Madrid, monseñor César Franco, el fresco puede servirles de referencia cuando voten, ya que lo hacen ante la mirada de quien un día también les juzgará a ellos.
Durante el periodo de escrutinios, los purpurados deben abstenerse de enviar o recibir mensajes de fuera de la Ciudad del Vaticano.
Según las normas, "quienes directa o indirectamente pudieran violar el secreto ya se trate de palabras, escritos, señales o cualquier otro medio, incurrirían en la pena de excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica". Asimismo, las reglas marcan que los cardenales se abstendrán de toda forma de pactos y compromisos de común acuerdo.
La forma de elección se realiza únicamente por escrutinio. Si eso no ocurre en la tarde de este martes es decir, en la primera votación, se continuará en la segunda jornada con cuatro escrutinios más, dos por la mañana y dos por la tarde.
Sin candidato puesto
Los purpurados llevaban desde el pasado día 4 reunidos a diario para preparar la asamblea. El cónclave se celebra sin que destaque un candidato fuerte, aunque todas las miradas están puestas en purpurados de iglesias dinámicas y jóvenes, como la africana y la latinoamericana.
Los papables que más suenan son el italiano Angelo Scola, de 71 años, arzobispo de Milán; el brasileño Pedro Odilo Scherer, de 63 años, arzobispo de Sao Paulo; el canadiense Marc Ouellet, de 69 años, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, y el arzobispo de Boston, el capuchino Sean O'Malley.
Durante la misa Pro eligendo Romano Pontifice, el cardenal Sodano, encargado de oficiarla, hizo un llamamiento a la unidad y pidió a Dios "otro Buen Pastor para su Santa Iglesia".
Sodano, que no participará en el cónclave al tener 85 años, agregó que Pablo reconoce que en la unidad de la Iglesia existe una diversidad de dones, pero que esa diversidad "está en función de la edificación del único cuerpo de Cristo".
Primera fumata, negra
La primera fumata podría verse hacia las 20, aunque previsiblemente será negra, ya que es "difícil" que este primer escrutinio sea positivo, explicó el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.
No obstante, precisó que esta fumata aparecería en caso de que los cardenales decidieran votar, pero que esta primera votación, en la que participarán los 115 cardenales electores —menores de 80 años—, no es obligatoria, por lo que podrían decidir posponerla. Si es así, se conocerá por la noche, cuando los cardenales estén cenando en Santa Marta.
El nuevo papa sólo saldrá elegido por mayoría cualificada de dos tercios del cuerpo cardenalicio, es decir, necesitará 77 votos para ser elegido.
Fuente: 20 Minutos