Los líderes occidentales suspendieron a Rusia del G8 luego de que Putin anexara formalmente a Crimea

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"En lo que respecta al G-8 hemos decidido suspender la participación de Rusia", dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Francia. Putin declaró que Crimea es "tierra santa rusa".

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Los líderes occidentales han decidido suspender la participación de Rusia en la cumbre del G8, dijo el ministro de Exteriores de Francia, Laurent Fabius. El anuncio se produjo luego de que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmara la anexión formal de Crimea y Sebastopol a la Federación rusa.

"En lo que respecta al G-8 hemos decidido suspender la participación de Rusia", dijo Fabius en directo a la emisora francesa Europe-1.

Agregó que las siete grandes potencias "se reunirán, pero sin Rusia". No especificó los detalles y el lugar de la reunión. Inicialmente estaba previsto que la cumbre del G8 tuviera lugar en la ciudad rusa de Sochi el 4-5 de junio.

Al mismo tiempo, dijo el ministro, "la invitación al presidente ruso para visitar Francia el 6 de junio se mantiene en vigor". El 6 de junio Francia celebrará el 70º aniversario del desembarco de las fuerzas aliadas en Normandía.

Anteriormente Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron sanciones contra los funcionarios rusos tras los resultados del referéndum del domingo pasado en Crimea.

 

Putin firmó el tratado de adhesión de Crimea y Sebastopol a Rusia

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y los representantes de las autoridades de Crimea y de Sebastopol firman el acuerdo sobre la adhesión de la república y de la ciudad federal en calidad de nuevos territorios de la Federación de Rusia.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, el presidente del Consejo Estatal de Crimea, Vladímir Konstantínov, el primer ministro de la República de Crimea, Serguéi Aksiónov, y el alcalde de Sebastopol, Alexéi Chaly, firmaron un acuerdo interestatal sobre la integración de la República de Crimea y la ciudad de Sebastopol en la Federación de Rusia y la formación de dos nuevos territorios federales.

 

 

En su discurso, pronunciado este martes en la Sala de San Jorge del Kremlin, Putin aseguró que Crimea es "tierra santa rusa" y opinó que Ucrania, Estados Unidos y sus socios occidentales se habían pasado de la raya. "Todo tiene un límite" y Washington "lo traspasó" en el país vecino, señaló, acusándolo de estar acostumbrado a actuar según la ley del más fuerte.

Putin recordó que precisamente en Crimea el príncipe Vladimiro fue bautizado, comenzando así la cristianización de Rusia, y que en la península los rusos escribieron páginas heroicas de su historia. Se refirió asimismo al traspaso a Ucrania de provincias del sur de Rusia después de la revolución bolchevique, a lo que siguió la entrega de Crimea, que se hizo en 1954 sin consultar al pueblo. Ese "robo a Rusia" se hizo sin siquiera cumplir con las formalidades legales que exigía la Constitución de la época. Verdad es que, reconoció, en aquellos tiempos se trataba de un acto prácticamente formal, porque se realizaba en el interior de un gran país y nadie se podía imaginar que algún día Rusia y Ucrania se separarían.

El líder ruso defendió la legalidad del referéndum celebrado en Crimea el domingo pasado e insistió en que la consulta se hizo en concordancia con el derecho internacional. Al respecto citó textualmente documentos de la ONU y de Estados Unidos relativos a Kosovo e insistió en el paralelismo de la situación de Crimea y la de ese territorio, que entonces era una región autonómica yugoslava.

En particular, citó en primer término una resolución de la Corte Internacional de Justicia de la ONU del 22 de julio de 2010, basada en el punto 2 del artículo 1 de la Carta de ese organización, en la que se afirma que “de la práctica del Consejo de Seguridad no se desprende ninguna prohibición general a la declaración unilateral de independencia” y que “el derecho internacional no contiene ninguna prohibición aplicable a la declaración de independencia”.

En segundo, reprodujo dos frases del memorando fechado el 17 de abril de 2009 que EE UU presentó a dicho tribunal en relación a Kosovo: “las declaraciones de independencia pueden contradecir, y con frecuencia así sucede, las leyes internas; sin embargo, ello no significa que se esté violando el derecho internacional” (las citas han sido traducidas de la versión rusa por este corresponsal).

“Nuestros socios occidentales encabezados por Estados Unidos prefieren guiarse en política internacional por el derecho del más fuerte, creen […] que solo ellos pueden tener la razón. Aquí y allá utilizan la fuerza contra países independientes, hacen aprobar las resoluciones que necesitan de las instituciones internacionales o simplemente las ignoran, como lo hicieron en Yugoslavia”, manifestó Putin, que enumeró también Afganistán, Irán y “la clara violación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Libia”. Sobre esta última, el líder ruso recordó que Naciones Unidas decretó una zona de no vuelo pero Washington se arrogó el derecho a bombardear el país.

A Rusia siempre la han engañado, se lamentó Putin. Lo hicieron, por ejemplo,cuando en tiempos de Mijaíl Gorbachov prometieron que la OTAN no se ampliaría hacia el Este o cuando la infraestructura militar de la Alianza avanzó hacia los países que antes formaban parte de la URSS. Se refirió asimismo a los obstáculos que le ponen a Rusia para la libre competencia económica, a que aunque formalmente la prohibición de venderle tecnología avanzada ha sido eliminada, de hecho continúa en muchos aspectos.

Putin afirmó que después del golpe de Estado que se dio en Kiev y de la política emprendida por las nuevas autoridades Rusia “no podía abandonar” a los crimeos, tenía la obligación de ayudarlos; lo contrario, señaló, habría sido “una traición”. Pero no se trata de una anexión ni de una invasión —“¿dónde ha habido una invasión sin enfrentamientos ni víctimas?”, inquirió— y recordó que no había hecho uso de la autorización parlamentaria de enviar al Ejército. Simplemente no era necesario, explicó, pues los soldados rusos ya estaban en la península “de acuerdo con un tratado internacional” y aunque reforzó su presencia ni siquiera llegó al límite de efectivos permitidos por ese tratado, que es de 25.000 uniformados. Para Rusia, de lo que se trata es de una reunificación.

La “política de contención de Rusia, que se aplicaba en el siglo XVIII, y en el XIX, y en el XX continúa hoy. Constantemente nos tratan de arrinconar porque tenemos una posición independiente, porque la defendemos, porque llamamos las cosas por su nombre y no recurrimos a la hipocresía. Pero todo tiene su límite. Y en el caso de Ucrania nuestros socios occidentales pasaron la raya, se comportaron de manera grosera, irresponsable y no profesional”, espetó Putin.

“Sabían perfectamente que en Ucrania y en Crimea viven millones de rusos. Hasta qué punto hay que perder la intuición política y el sentido de la medida para no prever todas las consecuencias de sus acciones. Rusia se vio en un punto del que no podría retroceder. Si se aprieta un resorte hasta el fondo, terminará por saltar. Hay que tener siempre en cuenta esto», advirtió. Ahora lo que se necesita es terminar con las reacciones "histéricas, renunciar a la retórica de la guerra fría y reconocer un cosa evidente: Rusia es un participante activo e independiente en la arena internacional y como otros países poses sus intereses nacionales que hay que tener en cuenta y respetar".

Finalmente, Putin agradeció la posición de China y la India y pidió apoyo al pueblo de Estados Unidos y a Europa, especialmente a Alemania. Al respecto recordó que Rusia apoyó incondicionalmente la reunificación alemana al final de la era soviética en circunstancias en las que había países teóricamente aliados que no estaban por la labor.

Después del discurso, Putin firmó el tratado por el cual Rusia acepta a Crimea como nueva república y a Sebastopol como ciudad con estatus especial, como el que tienen Moscú y San Petersburgo. En representación de Crimea firmaron el jefe del parlamento local, Vladímir Konstantínov, y el primer ministro, Serguéi Axiónov; por Sebastopol, puerto donde se emplaza la principal base de la Flora rusa del mar Negro, lo hizo Alexéi Chaly, que ocupa el cargo equivalente a alcalde de la ciudad.

Aunque desde ya se considera que Crimea y Sebastopol son parte de Rusia, todavía faltan algunos trámites para finalizar el proceso legal, concretamente, el parlamento debe ratificar el tratado y el Tribunal Constitucional debe dictaminar que no contradice la Constitución rusa.

Fuentes: RT / El Mundo

 

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