Los contratistas de viña -primeros en la línea de elaboración del producto insignia de Mendoza pero últimos en la escala salarial de esa industria- reclamaron este jueves en la Subsecretaría de Trabajo por una mensualidad que les permita salir de la indigencia. Hoy tienen una mensualidad que ronda los 38.000 (por cada 10 hectáreas) y piden un aumento de 120%. La línea de indigencia en Mendoza es de 51.736 pesos.
En medio de una audiencia paritaria estos trabajadores se movilizaron en reclamo de un aumento que lleve la mensualidad a un valor de $6.800 por hectárea. Hay más de 3 mil familias de contratistas, al menos las que están registradas, que están en situación de precariedad.
Se trata de uno de los tanto sectores postergados de una industria que basa su renta en la explotación de sus trabajadores: los empresarios del vino son, junto con los del turismo, los que pagan peores salarios en Mendoza.
Los empresarios del vino y del turismo pagan los peores salarios privados de Mendoza
Están luchando también los contratistas para que ANSES no los excluya de los programas de asistencia a las familias trabajadoras, y que los municipios articulen también los programas de asistencia.
También pidieron un precio diferencial para la uva que reciben por su trabajo en la cosecha; para que los subsidios no vayan sólo a las grandes bodegas y mosteras, sino a los trabajadores del sector.
Edgardo Lera, Titular del Sindicato Contratistas de Viñas y Frutales de Mendoza, señaló en una entrevista radial reciente que se está pagando en la actualidad unos 3.742 pesos por hectárea, lo cual deja de bolsillo a los contratistas, impuestos mediante, unos 34 mil pesos.
El reclamo es pasar al menos a un salario de unos 64.000 por 10 hectáreas.