Los profesionales médicos agremiados en AMPROS rechazaron la oferta de 7% de aumento en agosto que realizó Rodolfo Suarez en la reapertura de paritarias. Tras la primera reunión convocaron a un paro de 48 horas para martes y miércoles próximos, sin asistencia a los lugares de trabajo.
Consideraron que la oferta es "una burla en medio de una crisis de salud sin precedentes en la provincia y con una permanente fuga de trabajadores calificados a otras provincias y países y que sí reconocen la capacitación y la importancia del cuidado de la salud de los sectores más vulnerables de la población".
"La propuesta fue rechazada en el ámbito paritario por insuficiente, además de anunciar a la Subsecretaría de Trabajo un Paro general, sin asistencia a los lugares de trabajo para los días martes 26 y miércoles 27 y la posibilidad latente de endurecer las medidas con un paro por tiempo indeterminado, en caso de que el Ejecutivo Provincial continúe con la política de sueldos de hambre para el sector que durante dos años arriesgó su vida y la de sus familiares para salvar la de los mendocinos", señaló AMPROS.
El gremio -de tendencia dialoguista con el gobierno radical- pidió una recomposición salarial del 50%, "que es lo que el salario de los profesionales viene perdiendo desde el año 2020 a la fecha respecto de la escalada inflacionaria, el cumplimiento de acuerdos paritarios anteriores, que a pesar de ser ley el Gobierno ha incumplido y la actualización del salario mes a mes según la inflación de acá en adelante", señaló.
La excepción, los anestesistas
En medio de la degradación de los salarios en Mendoza y con una inflación que carcome los sueldos -que en Mendoza es más alta que el promedio país-, la administración de Suarez ha hecho oídos sordos a los reclamos de los empleados estatales que claman una paga que supere la línea de pobreza.
En la paritaria de marzo logró que los principales gremios aceptaran un aumento de 40% en siete cuotas a lo largo del año sin reabrirla pese al constante aumento en el costo de vida.
Sólo los anestesistas lograron torcerle el brazo, con renuncias masivas, éxodo a provincias vecinas y la paralización de miles de cirugías en los hospitales. Allí si, Suarez, por fuera de la paritaria, accedió a pagar un "ítem cirugía" para los equipos médicos que trabajaran en turno vespertino.
El resto de los empleados públicos, muchos de ellos precarizados, con salarios en negro y facturándole al Estado por sus servicios, aún espera por una recomposición salarial.
Tres meses después, Suarez destrabó el conflicto con los anestesistas con un “ítem cirugía”
