Hubo un solo equipo en el estadio Soccer City de Soweto. Los Pumas no hicieron pie nunca y sufrieron una derrota sin atenuantes ante Sudáfrica. La ilusión puesta en el debut de este segundo Rugby Championship se hizo añicos rápidamente. Los Springboks golpearon en cada oportunidad y el equipo argentino mostró errores en todas las líneas para terminar perdiendo por 73-13.
Si la defensa es una virtud en el equipo argentino, hoy fue una pesadilla. Siete tries apoyó Sudáfrica en este primer partido, seis de ellos en el segundo tiempo, cuando ya las cosas estaban liquidadas. Esto sumado a la precisión de Steyn con su pie, que apenas falló uno de los 10 intentos que tuvo.
Pese a las fallas que mostró, tanto en el manejo de la pelota como en las formaciones fijas, los Pumas dieron pelea tan sólo 20 minutos. Con los pies, Felipe Contepomi había puesto 9-6 en contra al marcador hasta que todo se derrumbó. Las fallas en defensa comenzaron a ser cada vez más notorias, Sudáfrica decidió atacar con mayor profundidad y el partido se quebró.
Corrían 29 minutos y en pleno ataque sudafricano Guiñazú (que vio la amarilla) cortó el ataque para que Chris Pollock, el juez de Nueva Zelanda, cobre try penal. Minutos después Engelbercht volvía a apoyar. Ese primer tiempo terminaba 26-6, aunque por lo visto adentro de la cancha, la diferencia debería haber sido mayor.
En el complemento no hubo equivalencias. Siete tries apoyó Sudáfrica para que la diferencia termine siendo de 60 puntos entre ambos equipos. Los tries de Strauss, Alberts, De Villiers, du Preez, Habana y Vermeulen, sentenciaron la peor derrota de los Pumas en el último tiempo. El try de Contepmi en el final sirvió sólo para el resultado.
El próximo fin de semana, en Mendoza, dispuatrán el segundo partido. Deberán cambiar en todos sus aspectos para limpiar la peor imagen del conjunto argentino.