La deuda pública es el principal problema para la economía argentina, otra vez. En enero de 2002 se declaró el país en default tras la desastrosa gestión de Fernando de la Rúa, que coronó la convertibilidad de Domingo Cavallo, el padre de la criatura incubada por el menemismo desde principios de los '90.
La deuda no para de crecer respecto al PBI desde 2011. Pasó del 38,9 por ciento al 77,4 por ciento al final del primer semestre de este año. Y superará el 81 por ciento a finales de este año. La deuda pública de Argentina es de más de 327 mil millones de dólares.
Macri es responsable directo de incrementarla en 86 mil millones de dólares en menos de tres años de gobierno, luego de que el kirchnerismo le sumara una cifra similar en 10 años, después del primer canje de deuda, en 2005, cuando las obligaciones se consolidaron el 154.270 millones de dólares.
Los intereses de la deuda saltaron del 7,9 por ciento de los recursos tributarios en 2015 al 12,2 por ciente en el presente, remarcó el periodista especializado en temas económicos Ismael Bermúdez. Es decir, de cada 100 pesos que se recaudan por impuestos, Macri destina 12,20 pesos al pago de intereses de la deuda.
