El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo hoy en un mensaje televisado en vivo que entiende la "ira" de los franceses contra su impopular reforma de las pensiones, pero dijo que es "necesaria" y que entrará en vigor "a partir del otoño boreal" (en el tercer trimestre de este año).
En el discurso pronunciado en el Palacio del Elíseo, el presidente liberal lamentó que no se haya logrado un "consenso" sobre esta reforma, clave para su segundo mandato, y expresó que "nadie puede permanecer sordo" a esta "ira" de los manifestantes.
Mientras el mandatario dirigía este mensaje se producían cacerolazos ante ayuntamientos de varias ciudades de Francia, informó la agencia de noticias AFP.
La promulgación de la cuestionada reforma jubilatoria figura ya en el boletín oficial del Estado francés con la frase "en el primer párrafo (de la norma sobre jubilación), la palabra '62' se sustituye por la palabra '64'", con lo que quedó en vigencia el decreto que eleva la edad de jubilación, pese al rechazo de las centrales sindicales y la oposición, que llamaron a redoblar las protestas que desde hace tres meses se suceden en todo el país, pese a la represión policial.
Una crisis política y social azota Francia desde enero por esta reforma que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelanta a 2027 la exigencia de cotizar 43 años, y no 42, para cobrar una pensión completa.
Macron decidió en marzo adoptar por decreto esta ley, ante la posibilidad de perder la votación en el Parlamento, lo que radicalizó las protestas y acrecentó el malestar generalizado en la sociedad francesa.
El presidente, de 45 años, anunció un "nuevo pacto sobre la vida en el trabajo", que abordará la "mejora de ingresos" y de las condiciones laborales y un "mejor reparto de la riqueza", entre otros aspectos, informó la agencia AFP.
Su objetivo es construir este pacto con los sindicatos, a los que dijo que su puerta estará "siempre abierta", pese a que durante el trámite parlamentario de la reforma rechazó reunirse con ellos, como le habían pedido en una carta.
La principal central obrera del país, la Confederación General de Trabajadores (CGT), reprochó a Macron que, pese a tener 15 días para promulgar la norma, lo haya hecho de inmediato y con nocturnidad "despreciando a millones de trabajadoras, de trabajadores, jóvenes y menos jóvenes que durante meses han manifestado su rechazo a esta reforma y los métodos antidemocráticos del presidente y su gobierno".
La dirigente de la CGT francesa, Sophie Binet, dijo ayer en una entrevista con medios locales que Macron estaba en camino a convertirse el "presidente del caos", y agregó que los sindicatos convocaban a una "oleada popular e histórica" de movilizaciones para oponerse a la reforma el 1° de mayo.
Macron, en tanto, busca relanzar su segundo mandato hasta 2027 y anunció una serie de medidas como la lucha contra la "inmigración ilegal" y los fraudes sociales y fiscales, así como priorizar la educación y la sanidad, informó AFP.
"Tenemos ante nosotros 100 días de apaciguamiento, de unidad, de ambición y de acción al servicio de Francia", urgió Macron, y anunció que hará "un primer balance" de la situación el 14 de julio, con motivo de la Fiesta Nacional de Francia.