Más de 224.000 refugiados e inmigrantes llegaron a Europa desde África por el Mediterráneo en lo que va del año de los cuales más de 2.100 fallecieron en el intento, según informó este jueves la oficina del ACNUR.
La cifra de muertos no incluye a los cientos de refugiados que continúan desaparecidos después que ayer la embarcación en la que viajaban se hundiera en las aguas del Canal de Sicilia, a 24 kilómetros de la costa libia.
El vocero del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), William Spindler, explicó a la cadena de noticias France 24 que de quienes llegaron a las costas del sur de Europa, 124.000 desembarcaron en Grecia y 98.000 en Italia.
El funcionario de la ONU destacó, además, que el número de personas de África y Medio Oriente que llegaron a Europa en los primeros siete meses del año ya supera los 219.000 que desembarcaron en el Viejo Continente en todo 2014.
Según desagregó Spindler, un 34% de los recién llegados son sirios que escapan de la larga y devastadora guerra civil en su país, un 12% eritreos que intentan salvarse de uno de los Estados más represivos de África y un 11% afganos, víctimas aún de la violencia sectaria que potenció la invasión estadounidense en 2001 y la posterior ocupación militar de la potencia.
La lista continúa con un 5% de nigerianos y un 4% de somalíes. En ambos casos escapan de la represión estatal y de la violencia de las milicias islamistas, Boko Haram y Al Shabaab, respectivamente.
Pese a que la mayoría de las personas que se aventuran a cruzar el mar Mediterráneo en barcazas precarias y recorren clandestinamente Europa escapando de la policía y en busca de un refugio final provienen de países en guerra o con violentos conflictos, tanto los gobiernos como la mayoría de los medios europeos hablan de una crisis de inmigrantes y no de refugiados.