Ante la inminencia de un paro masivo en el sector público por el deterioro de los salarios, Rodolfo Suarez no asume como propia la crisis social y económica en la que se encuentra Mendoza, y achaca sólo a los indicadores macroeconómicos las variables por las cuales miles de trabajadores en esta provincia permanecen bajo la línea de pobreza pese a tener trabajo.
En los últimos días mandó a sus principales operadores políticos y mediáticos a instalar culpas al gobierno nacional por la multiplicación de las protestas y hasta deslizó la versión de que el paro que este martes y miércoles concretarán trabajadores estatales tiene "banque" de militantes que llegarán en micros desde Buenos Aires.
Los gremios AMPROS (profesionales de la salud), ATE (distintos rubros estatales) y SUTE (de maestros y celadores), pero también Juegos y Casinos, SADOP (docentes privados), Judiciales, SITEA (también de estatales) y autoconvocados de la salud, irán a la huelga por una recomposición salarial. Se espera que en la mañana del martes confluyan en Casa de Gobierno desde distintos puntos donde partirán respectivas columnas de manifestantes.
Maestros, médicos, trabajadores autoconvocados, empleados de la administración central, guardaparques y de entes de control, entre otros sectores de estatales, se manifestarán en las calles y con huelgas activas en rechazo al escaso 7% de aumento que ofreció Rodolfo Suarez, que ronda unos $4.500 en el bolsillo de los trabajadores.
Se viene una semana de protestas por los salarios de pobreza que paga el gobierno de Suarez
Esta cifra no es mucho más que un carrito de supermercado a medio llenar, en una provincia donde una familia necesita reunir al menos 100.000 pesos para no ser pobre, sin contar el alquiler, que no se computa en ese cálculo.
Tras la paritaria, la licuadora
Lo cierto es que tras el cierre de la paritaria de marzo pasado -donde los principales gremios aceptaron una suba de 40% en siete cuotas- el salario de los trabajadores se licuó por la inflación.
De la mano con este dato hay dos indicadores que atañen a la economía provincial: los sueldos que paga el sector público de Mendoza, pero también el privado, están entre los peores del país, y esto va linkeado directamente al constante crecimiento en Mendoza de la cantidad de personas que, aún teniendo trabajo, no llegan a fin de mes ni cubren las necesidades de la canasta básica.
Sin embargo, el Ejecutivo prefiere ignorar estas variables cuando traza el diagnóstico de la economía provincial y atribuye a factores externos la crisis social. Esta semana, por ejemplo, Suarez mandó a Néstor Majul, subsecretario de Relaciones Institucionales, a cuestionar al líder de la CTEP, Juan Grabois, quien advirtió la posibilidad de saqueos por la crisis social.
“Lamentablemente, la política irresponsable de ‘este muchacho’ nos pone en alerta. Todo el Gobierno está atento”, le dijo Majul a Los Andes, sin recoger el guante de la acuciante situación de merenderos y comedores en Mendoza, que vienen denunciando desde hace meses los movimiento sociales.
No obstante, advirtió en una entrevista radial que el gobierno mantendrá su política de perseguir y castigar a los que se manifiestan cortando calles: "Lo que siempre hacemos en relación a las manifestaciones que han cortado las calles de la ciudad es identificar a los responsables y denunciarlos", remarcó.
Poco después, Suarez operó en medios masivos para instalar la versión de que el paro de esta semana será nutrido por la concurrencia de militantes que legarán desde Buenos Aires, y anunció controles en las rutas de ingreso a la provincia.
Los gremios, por su lado, anticipan una huelga que no sólo se sentirá en los lugares de trabajo, sino en las calles.
En el caso de los hospitales y centros de salud, vienen ya de huelgas por sector desde que Suarez arregló unilateralmente y por fuera de paritarias con los anestesistas después de tres meses de conflicto y con la suspensión de miles de cirugías. La administración central, en tanto, también promete hacer sentir el reclamo.
En el caso de los docentes la masividad de la adhesión en las aulas está por verse por la aplicación del castigo a la huelga con el "ítem aula", que desde la gestión de Cornejo pulverizó los paros en las escuelas. No obstante, el sindicato que conduce Carina Sedano convocó a "ser miles en las calles".