El ex presidente Carlos Menem ratificó que su hijo fue víctima de un atentado ante el juez que le tomó declaración en su despacho en el Senado. Sin embargo, desmintió los dichos de su ex esposa Zulema Yoma acerca de un supuesto cambio en el cadáver de su hijo.
Carlos Menem Junior murió en marzo de 1995 cuando cayó el helicóptero en el que viajaba. Desde entonces Zulema Yoma, ex primera dama, siempre opinó que la muerte de su hijo fue un asesinato, pero Carlos Menem sostenía en aquel momento que se trató de un accidente.
El ex presidente declaró este martes como testigo en la causa por la muerte de su hijo, luego de que dijera que la caída del helicóptero en la que falleció Carlitos Menem no fue un accidente sino un atentado.
El actual senador brindó su testimonio en persona, desde su despacho en el Congreso, ante Carlos Villafuerte Ruzo, juez federal de San Nicolás, y ante Matías Di Lello, fiscal federal de San Nicolás, quien fue quien pidió la citación. Menem estuvo acompañado por su ex mujer Zulema Yoma
Menem "adhirió totalmente a la hipótesis de la señora (Zulema) Yoma", según expresó a la prensa el juez. Villafuerte Ruso sostuvo que espera para principios de octubre los resultados de un estudio pericial realizado conjuntamente por la Universidad de Tucumán y el Conicet sobre la teoría del atentado.
El magistrado otorgó al ex presidente y actual senador nacional la posibilidad de elegir entre trasladarse a la sede del juzgado o declarar en su lugar de residencia oficial, como admite el el artículo 250 del Código Procesal Penal de la Nación para testigos que ejercen determinados cargos públicos.
El fiscal Di Lello había pedido al juez que Menem ampliara "en forma personal" la declaración que realizó por escrito el 8 de julio pasado, cuando sostuvo que Carlos Jr. murió a raíz de un atentado.
"Luego de indagar y estudiar los hechos y circunstancias que rodean la causa –aunque inicialmente no fue así- llegué a la conclusión de que la caída del helicóptero y la consecuente muerte de mi hijo, fue el resultado de un atentado", afirmó en ese escrito, sin más precisiones.
En su pedido, el fiscal destacó "la trascendencia e importancia de quien declaró, el poder de hecho y derecho que tenía a la época de los hechos sobre las fuerzas de seguridad que investigan este tipo de sucesos". Señaló además que "dicha respuesta está desprovista de toda razón en sus dichos, en tanto y en cuanto no se establece ni explica el razonamiento por el cual ha cambiado de postura", ni dijo qué prueba "lo avala".
"No explicó si estaba dirigido a su persona por el cargo que ejercía en esa época, motivado en cuestiones personales y/o de Estado, posibles razones y ejecutores del mismo, etcétera", argumentó Di Lello en su presentación.
Según el fiscal, ese tipo de "observaciones" a las respuestas dadas por escrito por el senador "pueden replicarse respecto de la mayoría de las restantes respuestas, sin perjuicio de los nuevos interrogantes que necesariamente surgen, todos los cuales merecen respuestas más precisas y detalladas".
"Máxime que quien las formula ejerció el importantísimo rol de Jefe de Estado y por lo tanto, bajo su mando se encontraba el Ministerio que tenía a su cargo las diversas fuerzas de seguridad que en definitiva desarrollaron la investigación oportunamente".