Lionel Messi aceptó sin peros los merecimientos de Cristiano Ronaldo para ganar el Balón de Oro al mejor futbolista del mundo en 2013. No sólo no demostró cambios en su humor sino que no dudó en dejar atrás la entrega del galardón que se había llevado en las cuatro ceremonias anteriores: "Se olvida todo si la Argentina es campeón", le contestó a un periodista español que lo escrutó sobre la obsesión del crack por la Copa del Mundo en su tercer mundial con Argentina.
"Lo ganó Cristiano y merecidamente", dijo el rosarino sobre el premio que recibió el portugués. Pero al mismo tiempo consideró que si lo hubiese ganado Franck Ribéry, también hubiese sido justo. "Es un premio importante, un reconocimiento muy lindo. El hecho de ya estar entre los tres acá ya es un premio", añadió.
Cuando le preguntaron sobre si algo habría cambiado en caso de que hubiese estado 100% físicamente, la Pulga prefirió no jugar a ser adivino: "No sé si sin las lesiones que tuve hubiera sido distinto. Estuve mucho tiempo fuera, eso sí es verdad. No llegué bien a las semifinales de la Champions y después me lesioné apenas empezó la temporada. Pero eso no tiene nada que ver, para el premio hizo méritos Cristiano", reconoció a su enemigo mundial, según el mercadeo del fútbol global.