
Mientras Javier Milei suspendía abruptamente una caminata por el centro de Ushuaia —intentando replicar sin éxito los encuentros multitudinarios de su campaña 2023—, en Mendoza el oficialismo nacional y provincial buscó alinearse en actos de gestión y campaña bajo el eslogan “que el esfuerzo valga la pena”. La escena fue casi en simultáneo: en el sur, el Presidente apenas reunió a un centenar de personas en la puerta de su hotel, rodeado por protestas de diversos sectores; en Mendoza, Luis Petri, Patricia Bullrich y Alfredo Cornejo ensalzaban logros, inauguraban sedes y reforzaban el blindaje discursivo frente a los escándalos que rodean al Gobierno.
Ushuaia vacía, protestas encendidas
La caminata presidencial por las calles de Ushuaia fue cancelada por “bajísima convocatoria” y “presencia de intensas protestas”, según testigos locales. El intento de reeditar las postales de campaña en San Martín y Don Bosco se frustró: “No había casi nadie en el centro”, relataron. Milei se limitó a saludar desde la puerta del hotel antes de dirigirse directamente al aeropuerto.
El contraste con sus recorridas de 2023 fue notorio, y la escena dejó expuesta una pérdida de calle que ni el relato libertario ni el blindaje mediático pudieron disimular.
Petri: “Argentina no puede volver atrás”
En paralelo, el ministro de Defensa Luis Petri encabezaba actos en Mendoza con el mismo eslogan del libertario: “Argentina y Mendoza no pueden volver atrás. Esto es muy importante. El Gobierno y los argentinos han hecho muchísimo esfuerzo”, afirmó, respectando a rajatabla la propaganda.
Petri evitó mencionar los escándalos que rodean al Ejecutivo —como el cobro de coimas en la ANDIS, cuya trama encabeza la mismísima Karina Milei y la revelación de los vínculos entre José Luis Espert y Fredy Machado— y se centró en destacar supuestos logros económicos: “Hemos logrado cosas muy importantes como bajar la inflación, lograr superávit, sacar el cepo y bajar impuestos”.
El funcionario también subrayó la necesidad de respaldo legislativo: “El Presidente ganó sin partido y gobierna sin Parlamento. Gobierna con un Congreso que constantemente lo busca quebrar”. La apelación a la épica institucional se combinó con una defensa cerrada de las fuerzas de seguridad: “Gendarmería es la primera en llegar cuando la Patria la necesita. Ha demostrado con hechos su efectividad”, dijo, enumerando decomisos de droga, armas y detenciones como prueba de “decisión política, planificación y coordinación”.
Cornejo: gestión sin anuncios
Cornejo, por su parte, se apegó a una estrategia de diferenciación discursiva. En lugar de replicar el tono nacional, ensalzó su gestión y desdibujó el protagonismo de Petri: “No hacemos política de anuncios, hacemos gestión. Esta obra no es sólo una mejora edilicia; es un paso más en una estrategia que une a la Provincia con Nación y los municipios en la lucha contra el crimen organizado”.
Cornejo insistió en mostrar continuidad institucional: “Lo que vemos aquí es una política de Estado en funcionamiento, con resultados y compromiso”. El gesto fue doble: por un lado, reforzar la imagen de gobernabilidad en Mendoza; por otro, marcar distancia del estilo disruptivo y errático que rodea a la figura presidencial.
Bullrich: el esfuerzo como consigna
Patricia Bullrich también participó de los actos, reforzando el eslogan “que el esfuerzo valga la pena”. La frase, repetida en redes y discursos, busca capitalizar el desgaste social acumulado tras meses de ajuste, inflación y conflictividad. En ese marco, el oficialismo mendocino se muestra como garante de orden, gestión y resultados, mientras el Presidente enfrenta protestas, escándalos y una calle cada vez más esquiva.