El salvataje

Trump intervino la campaña y la gestión política de Milei: compró pesos y alineó gobernadores

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Donald Trump y Javier Milei.

Para Javier Milei, el encuentro con Donald Trump, en la Casa Blanca, para oficializar los términos del salvataje a su gobierno, no resultó lo que esperaba. Trump le advirtió que el pacto para el salvataje está condicionado a su suerte en las elecciones de medio término, del 26 de octubre. Le avisó que hará lo que pueda para ayudarlo a ganar, pero, si eso no ocurre, se retirará del acuerdo.

El cónclave se transmitió: Trump y sus laderos estaban de frente a las cámaras; Milei y los suyos, de espaldas.

Habló Trump, Milei escuchó y asintió con la cabeza repetidamente durante la extensa exposición, en la que matizó el ultimatum electoral con una seguidilla de elogios y gestos de apoyo para las elecciones.

“Si Milei no gana, no seremos igual de generosos con Argentina”, advirtió el republicano durante la reunión con Milei y sus escuderos más cercanos vinculados a la Diplomacia estadounidense. El presidente argentino involucró al gobierno de Estados Unidos como pieza determinante en la campaña electoral de su partido, La Libertad Avanza.

Trump pasó a ser la mejor arma de la campaña libertaria, desarmada antes por el descalabro financiero y la recesión de la economía bajo el ala de Luis Toto Caputo. Ahí se alimentó el poder de inserción en la agenda pública de escándalos como los de Karina Milei (3%) o José Luis Espert (financiamiento narco).

Trump: elecciones que "va a seguir todo el mundo"

Para el gobierno argentino, Trump parió un “hito histórico” cuando reversionó el eslogan de su carrera política a pedir de la campaña libertaria: “Make Argentina Great Again”. La euforia desatada en La Libertad Avanza por el encuentro, despreció la amenaza de las elecciones para el salvataje. De otra manera, se despejaría el tránsito al caos del descalabro financiero.

"Si un socialista o un comunista gana, te sientes distinto a la hora de hacer una inversión”, avisó.

“Se aproximan esas elecciones y las va a seguir todo el mundo. (Milei) ha hecho un gran trabajo, tiene unos buenos números de popularidad, pero después de esto van a ser aún más altos”, dijo el mandatario estadounidense antes de marcarle la cancha al argentino.

A la vez, abundó en gestos a favor del desempeño electoral del partido de gobierno. “Queremos que (Argentina) se beneficie, y nosotros también nos vamos a beneficiar de ese éxito. Es un gran país que tiene un gran potencial con un buen liderazgo, y ahora lo tiene”, expresó Trump a 12 días de la contienda electoral en la que Milei pone en juego la fortaleza de su base de representación. El acuerdo de intercambio de divisas abre “una ruta que nos permite transitar tranquilos y demostrar al mundo que las ideas de libertad funcionan”, soltó.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, fue explícito al señalar que “todas las opciones para la estabilización están sobre la mesa”, pero que la viabilidad de las mismas requiere “garantías institucionales y continuidad política”. En otras palabras, sin un resultado favorable a Milei en las urnas, el paquete de ayuda podría quedar en suspenso.

Celebración oficialista y críticas opositoras

Desde el oficialismo, la reunión fue celebrada con entusiasmo. Karina Milei, hermana del presidente y secretaria general de la Presidencia, calificó el respaldo de Trump como “una validación internacional del rumbo elegido por Argentina”. El gobierno presentó el encuentro como un logro diplomático que consolida el alineamiento estratégico con Estados Unidos y fortalece la imagen de Milei de cara a las elecciones.

Sin embargo, la oposición no tardó en manifestar sus reparos. Dirigentes de Unión por la Patria y otros espacios señalaron el riesgo de una “sumisión geopolítica” y criticaron la falta de transparencia sobre las condiciones del eventual acuerdo financiero. “No podemos hipotecar la soberanía económica en base a relaciones personales entre presidentes”, expresó un legislador opositor.

El futuro del acuerdo —y de la asistencia financiera prometida— dependerá del veredicto de las urnas el próximo 26 de octubre. Hasta entonces, el respaldo de Trump permanece como una promesa potente, pero aún no concretada.

Trump quedó al mando

El presidente de Estados Unidos tomó el control de la campaña libertaria. El experimentado lobista Barry Bennett, enviado por Donald Trump, sembró el deseo de su jefe de contar con un gobierno con base de sustentación más amplia.

El periodista Carlos Pagni reveló que Bennett se reunió con los diputados Rodrigo De Loredo, Miguel Pichetto y Cristian Ritondo para solicitar apoyo a las reformas laboral y tributaria que pide Estados Unidos, supuestamente exigidas por las empresas para invertir en Argentina. El inconveniente de ese encuentro es que los tres bloques representados en la reunión perderán una cantidad significativa de diputados en diciembre, reduciendo su poder en la Cámara.

Según LPO, Benett también mantuvo reuniones con los gobernadores de Provincias Unidas para pedir su apoyo al gobierno. El primer "gesto" de los mandatarios fue frenar la sesión del Senado donde el peronismo intentaba bloquear la venta de la empresa estatal de energía nuclear.

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