El presidente Javier Milei apeló la desestimación de la denuncia que realizó contra el periodista de El Destape Ari Lijalad. La fiscal Paloma Ochoa había señalado que el cronista no cometió ningún delito con su nota.
Milei pidió la desestimación de la denuncia, a través de su letrado Francisco Oneto. En su dictamen publicado el 19 de mayo, Ochoa explicó que se trata de un asunto de interés público, por lo que goza de una "protección reforzada" y solo puede ser sancionado si se demuestra "real malicia".
Contra dos periodistas
Milei denunció a los periodistas Carlos Pagni (por esta nota en LN+) y Ari Lijalad (por esta en ElDestape) y también a Viviana Canosa (Canal 13).
En los tres casos el presidente alegó haber sido calificado como “autoritario o déspota” o comparado con Adolf Hitler. La denuncia es por “calumnias e injurias”.
El jefe de Estado había anticipado la denuncia en su conversación del jueves en el canal paraoficialista de streaming Carajo, en la tertulia comandada por Daniel Parisini (a) Gordo Dan. "Firmé tres denuncias a distintos periodistas por mentiras. Una es por tratarme de nazi. El presidente de Israel salió a bancarme. Es la banalización del Holocausto", manifestó ante sus adulones.
"Son rudimentarios, están enfermos de literalidad, no entienden la metáfora y la ironía", añadió al referirse a las repercusiones que tuvo un intercambio en redes con Parisini, quien le había sugerido "meter presos a periodistas por decreto".
"¿Tenés la libreta con los periodistas que tengo que meter en cana? ¿Y los funcionarios que tengo que echar? Son tan rudimentarios, y están enfermos de literalidad", insistió. Además, tildó a los trabajadores de prensa de "prostitutas de los políticos". "Si odiás al político, al periodista odialo más porque cobran por hacer lo que el político no hace. Son calumniadores e inquisidores", argumentó.