
Javier Milei apuró la estrategia para ampliar la sustentación política de su gestión, una demanda del presidente Donald Trump vinculada a la intervención financiera directa que evitó un estallido en plena campaña. Este jueves, encabezó un encuentro con 16 gobernadores, tres vicegobernadoras y el jefe de Gobierno porteño en la Casa Rosada en busca de restablecer alineamientos perdidos.
El mandatario pretende la venia de la mayor cantidad de gobernadores para aprobar el Presupuesto 2026 y las reformas laboral, impositiva y previsional. “Hemos logrado estar de acuerdo con matices sobre lo que necesita la Argentina en esta etapa”, afirmó Milei después del encuentro de este jueves.
El presidente formalizó la convocatoria tras exhibir una inédita versión componedora con todos los sectores de la clase política ajenos al kirchnerismo al pronunciar el discurso triunfal del domingo electoral. Fortalecido por el batacazo en las urnas, Milei consiguió una mayor aceptación que ante el llamado al Pacto de Mayo. Sólo faltaron los cuatro gobernadores que excluyó por “kirchneristas”: Axel Kicillof (provincia de Buenos Aires), Gildo Insfrán (Formosa), Ricardo Quintela (La Rioja) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego).
El giro estratégico: alianzas y segregación
El libertario inició la maniobra del giro que dará a su estrategia de cara a la segunda mitad del mandato no bien se confirmó la victoria de La Libertad Avanza en las legislativas de medio término. Lo más disruptivo respecto a lo actuado es la revelación de la voluntad de avanzar en el tejido de una alianza con sectores de la casta, que en su estrategia anterior sólo merecía ser segregada de la vida política.
Ahora, Milei redujo el campo para la aplicación del segregacionismo a los límites del kirchnerismo, con especial atención en el armado de Kicillof, a quien percibe como contrincante para el 2027. “No podemos juntarnos con gente que dos más dos no les da cuatro”, chicaneó Milei para justificar la exclusión del bonaerense, además de Insfrán, Quintela y Melella, de la discusión del rumbo nacional, a la que sumó a los otros 20 mandatarios.
La nueva estrategia de Milei se apoya en cuatro patas: el auxilio siempre latente de Donald Trump, la construcción del sustento político interno para el plan de gobierno, la segregación del kirchnerismo y, finalmente, la expansión territorial de la presencialidad de Milei. Trump demostró su compromiso como garante del plan de Milei y un grupo importante de gobernadores avalan las polémicas reformas que encarará el presidente. Recostado sobre esas dos patas, se le facilita al gobierno la contención del kirchnerismo, allanada también por su propia crisis interna.
Expansión territorial y moderación
La fortaleza de la cuarta pata exige un viraje en la rutina presidencial con más viajes al interior de la Argentina. Milei adelantó su disposición para hacerlo. “Vamos a viajar a dos provincias por mes. Me parece que le hace bien a la gente que yo visite el territorio. Es más, estamos pensando en hacer una reunión de gabinete por mes en el interior”, afirmó.
Y, luego, alimentó su transformación del extremismo a la moderación: “La construcción de la Argentina no es obra de una sola persona. Para eso necesito a la mayor cantidad de argentinos posibles arriba de este proyecto. Entonces, inexorablemente con los que coinciden en el rumbo usted tiene que abrir una ventana de diálogo. Claramente, vamos a tener mejores leyes, no tengo dudas”.
Reforma laboral
Salvado de un estallido financiero por Donald Trump y fortalecido por la respuesta del electorado que le dio más de 40% de los votos en la Legislativas de medio término, Milei está en pleno relanzamiento de su gobierno. Fijó como objetivo prioritario las reformas que llama de segunda generación, entre las que se ubican las reformas fiscal y laboral. El presidente les pidió a los gobernadores que concurrieron a la cita de este jueves que apoyen los proyectos que enviará al Congreso en diciembre.
Aseguró que sobre estas dos reformas hubo “consenso absoluto” con los gobernadores. “El déficit cero como política de Estado, está consensuado. Obviamente que después está la discusión del cómo”, apuntó.
Y agregó sobre la modificación del marco normativo del trabajo: “Argentina tiene un régimen laboral que está absolutamente anacrónico. La mitad de los trabajadores están en el mercado informal. Los propios sindicalistas lo admiten. ¿Cómo funciona? La gente gana derechos porque los que están en el sector informal no tienen ninguno. Usted puede seguir adhiriendo a los contratos que están vigentes hoy. La diferencia es para adelante, para el que tiene que ingresar al mercado laboral o los jóvenes", expuso.
Sobre el planteo de los gobernadores por los recursos, Milei sostuvo: “Les propuse que trabajemos juntos para hacer grande a Argentina nuevamente. Hubo muchas reflexiones muy interesantes en la reunión, por ejemplo las de Nacho Torres o Martín Llaryora, pero claramente separar lo que es de corto y largo plazo, porque hay reclamos como la coparticipación, que viene del 94′”, indicó el mandatario.
Y sobre lo planteado esta tarde precisó: “Estoy dispuesto a dar el debate de la correspondencia fiscal y del federalismo, y estaría encantado de la vida de avanzar en una reforma en la cual uno tiene que recaudar los impuestos de lo que decide gastar. Pero eso está del 94′ y nadie lo pudo arreglar. Pero está bueno sentar las bases de un presupuesto base cero".
Los asistentes
Estuvieron los gobernadores Carlos Sadir de Jujuy; Jorge Macri, por la Ciudad de Buenos Aires; Maximiliano Pullaro de Santa Fe; Rogelio Frigerio, de Entre Ríos; Ignacio Torres, de Chubut; Raúl Jalil, de Catamarca; Osvaldo Jaldo de Tucumán; Hugo Passalacqua, de Misiones; Claudio Poggi, de San Luis; Alberto Weretilneck, de Río Negro; Gustavo Sáenz, de Salta; Marcelo Orrego, de San Juan; Martín Llaryora, de Córdoba; Gustavo Valdés, de Corrientes; Gerardo Zamora, de Santiago del Estero; Sergio Ziliotto, de La Pampa, y Claudio Vidal, de Santa Cruz. Además, participaron Hebe Casado, vice en Mendoza porque Alfredo Cornejo está de viaje en Francia; Zulema Reina, vice de Neuquén, por viaje de Rolando Figueroa a Brasil, y Silvana Schneider, vice de Chaco.
Con el presidente se sentaron en la mesa el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y los ministros de Economía, Luis “Toto” Caputo, y de Interior, Lisandro Catalán, además de los titulares de las carteras de Seguridad, Patricia Bullrich; de Defensa, Luis Petri; de Salud, Mario Lugones; de Capital Humano, Sandra Pettovello; de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; de Relaciones Exteriores, Pablo Quirno, y de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. También participaron la secretaria general de Presidencia, Karina Milei; el portavoz Manuel Adorni; el asesor Santiago Caputo y el titular de la Cámara baja, Martín Menem.


