Las matanzas de palestinos que encabezó en vida engrandecieron el respeto hacia su figura dentro del país. Pasó ocho años en coma por un derrame.
Miles de israelíes hicieron fila para despedir al ex primer ministro Ariel Sharon en la sede del Parlamento en Jerusalén, un día antes del funeral de Estado y de ser enterrado en su rancho en el sur del país.
Uno de los primeros en visitar el patio interno de la Knesset (Parlamento), donde reposó durante seis horas el ataúd cerrado y envuelto en la bandera israelí, fue el presidente y premio Nobel de la Paz, Simon Peres, según informó la agencia de noticias EFE.
Ataviado con una kipá y traje negros, Peres, que mantuvo una estrecha amistad con Sharon desde que lo conoció en 1953 pese a mantener diferencias políticas, se mostró serio y solemne al depositar una ofrenda floral junto al féretro.
Más tarde, el presidente del Parlamento, Yuli Edelstein, hizo lo propio, mientras dos rabinos del Rabinato Militar israelí recitaban salmos y oraciones fúnebres.
Sharon murió el sábado a los 85 años, tras ocho años de coma producto de un derrame cerebral masivo, y su partida reflotó sentimientos nacionalistas en Israel y y una mezcla de dolor y odio entre los palestinos, que lo recuerdan por décadas de represión y sangrientos ataques.
El ataúd estuvo bajo la mirada atenta de cuatro generales del Ejército israelí, que al final de la tarde del sábado fueron los encargados de retirar los restos del ex premier y de uno de los jefes militares más duros y controvertidos que tuvo el país.
Sharon fue despedido el domingo como un héroe nacional en su país. Se ganó ese reconocimiento en buena parte por encabezar varias masacres contra palestinos y la cruenta y masiva represión de la segunda intifada, que terminó con 5.000 muertos, la mayoría de ellos palestinos.
"Murió sin hacer frente a la justicia por su papel en las masacres de cientos y quizás miles de civiles a manos de las milicias libanesas en los campamentos de refugiados de Sabra y Chatila en el Líbano en 1982", lamentó la organización Human Rights Watch (HRW) en un comunicado emitido tras la muerte del ex premier. "La muerte de Sharón sin haber sido juzgado magnifica la tragedia de las miles de víctimas", concluyó el comunicado de HRW.
En Israel hay quienes recuerdan sus victorias militares, especialmente en la guerra de 1973, mientras que otros destacan al hombre político que, pese a haber sido un gran defensor de la colonización de los territorios palestinos, ordenó la retirada de todas las colonias israelíes de la Franja de Gaza en 2005.
Antes de comenzar su reunión semanal del Consejo de Ministros, el primer ministro Benjamin Netanyahu se tomó un momento para recordar a su antiguo aliado.
"Creo que será recordado en el corazón del pueblo judío para siempre como uno de sus más prominentes líderes y más audaces comandantes", aseguró el dirigente.
La Knesset se mantuvo abierta al público durante seis horas, del mediodía (7 hora argentina) hasta las 18 (13 hora argentina), para recibir a los miles de israelíes que hicieron fila pese al frío para despedir por última vez al hombre que marcó la historia y el destino de su país y de la región.
La ceremonia oficial será el lunes. Según el programa difundido por el Gobierno, la ceremonia comenzará a las 9.30 de la mañana (4.30 hora argentina) en la misma sede parlamentaria, y estará liderada por el presidente Peres, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el resto de la primera plana de la política israelí.
Entre los invitados extranjeros ya fueron confirmados el vice presidente estadounidense, Joe Biden, el presidente de la Duma (Parlamento ruso), Sergey Naryshkin, el enviado especial del Cuarteto de Oriente Medio y ex primer ministro británico, Tony Blairm, y el canciller alemán, Frank-Walter Steinmeier. Dos familiares de Sharon hablarán durante la ceremonia.
Alrededor de las 13.30 (8.30 hora argentina) un convoy dirigido por seis generales del Ejército transportará a los restos del ex jefe militar hasta su rancho, ubicado en el desierto del Neguev, en el sur del país.
Allí se realizará una breve ceremonia privada, encabezada por sus dos hijos Omri y Guilad, y el jefe del Estado Mayor, el general Beny Gantz. Finalmente los restos de Sharon serán enterrados, como era su deseo, en su propiedad, al lado de la tumba de su segunda esposa, Lili, fallecida en el año 2000.
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