El presidente de Gabón, Ali Bongo -recientemente reelecto en polémicos comicios celebrados el sábado pasado-, fue derrocado hoy por militares que lo pusieron "bajo arresto domiciliario" acompañado de su familia y sus médicos, en tanto uno de sus hijos fue detenido acusado de "alta traición", anunciaron los oficiales sediciosos.
"El presidente Ali Bongo se encuentra bajo arresto domiciliario, rodeado de su familia y sus médicos", dijo un comunicado leído en la televisión estatal por los militares de la "Comisión para la denominada Transición y la Restauración de las Instituciones" (CTRI), citó la agencia de noticias AFP.
Por su parte, Bongo hizo este miércoles un llamado a que la comunidad internacional "haga ruido", tras el golpe de Estado.
"Soy Ali Bongo Odimba, presidente de Gabón. Envío un mensaje a todos los amigos que tenemos en el mundo para que hagan ruido", dijo en un video que circulaba por redes sociales, según informó la agencia de noticias Europa Press.
El mandatario derrocado agregó que estaba en su residencia y que "no sabía qué estaba ocurriendo".
"El país atraviesa una grave crisis institucional, política, económica y social", dijeron los militares en la televisión, y recalcaron que las recientes elecciones "no cumplieron con las condiciones de transparencia, credibilidad e inclusividad esperadas por los gaboneses", motivo que habría desencadenado la asonada.
Imágenes de televisión mostraron a cientos de personas que se concentraron al mediodía en las calles de Libreville, la capital de Gabón, un país ubicado en África central, para celebrar la acción sediciosa.
Hasta este golpe de Estado, el rico país petrolero de África central estaba dirigido desde hace más de 55 años por la familia Bongo, ya que a Ali lo precedió en el cargo Omar, su padre.
Noureddin Bongo Valentin, hijo y estrecho colaborador del jefe del Estado; Ian Ghislain Ngoulou, jefe de gabinete, y otros funcionarios del gobierno, así como los números uno y dos del Partido Democrático Gabonés (PDG) de Bongo, "fueron detenidos", dijo un coronel del Ejército, que leyó un comunicado esta madrugada para anunciar que los militares estaban "poniendo fin al régimen".
"Han sido detenidos por 'alta traición a las instituciones del Estado, malversación masiva de fondos públicos, malversación financiera internacional en banda organizada (...), corrupción activa y tráfico de drogas'", precisó.
El jefe de la guardia presidencial, el general Brice Oligui Nguema, fue llevado triunfante por cientos de soldados, según imágenes difundidas por televisión.
Las reacciones internacionales a este nuevo golpe de Estado en un país africano no se hicieron esperar. China llamó a "garantizar la seguridad de Ali Bongo", mientras que Francia, antigua potencia colonial, "condenó el golpe militar en curso" y Rusia expresó su "profunda preocupación".
Tras advertir que un "deterioro continuo de la cohesión social" amenaza con "llevar al país al caos", los militares indicaron que han "decidido defender la paz poniendo fin al régimen actual".
"A tal efecto, quedan anuladas las elecciones del 26 de agosto y los resultados manipulados", anunció uno de los militares que habló en nombre del grupo.
Los militares del "Comité para la Transición y Restauración de las Instituciones", anunciaron también que las fronteras del país permanecerán "cerradas hasta nueva orden".
Entre los militares, había miembros de la Guardia Republicana (GR), la guardia pretoriana de la Presidencia reconocible por sus boinas verdes, además de soldados del ejército regular y miembros de la Policía.
Según la Comisión Electoral Nacional Autónoma y Permanente (Cenap), Bongo ganó las últimas elecciones presidenciales con el 64,27% de los votos, mientras que el candidato de la principal coalición opositora Alternancia 2023, Albert Ondo Ossa, quedó en segundo lugar con un 33,77%.
Ossa había denunciado "un fraude orquestado" por el oficialista PDG y se adjudicó la victoria.
El candidato opositor de 69 años había sido elegido ocho días antes de las elecciones por la principal plataforma de partidos gaboneses, Alternance 2023, tras una ardua lucha entre seis pretendientes.
Profesor de Economía en la Universidad de Libreville y exministro de Omar Bongo, solo tuvo seis días para hacer campaña.
Los comicios se realizaron sin la presencia de observadores internacionales y con las conexiones a internet bloqueadas.
Con este triunfo, Bongo se aseguraba un tercer mandato de cinco años.
El presidente sufrió un infarto cerebral en 2018 que lo apartó durante casi un año de la esfera pública, si bien declinó renunciar. Apenas unos meses después, en enero de 2019, un grupo de militares protagonizó una asonada que fue desarticulada por las autoridades.
El presidente derrocado estaba en el poder desde la muerte de Omar Bongo, en 2009.
Su padre, a su vez, estaba en el poder desde 1967.