Efecto motosierra

Monopolio logístico: la minera de Black Rock y el gobierno Chino va por el Belgrano Cargas con todos sus tanques

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El ferrocarril Belgrano Cargas, en proceso de privatización.

La megaminera Rincon Mining, subsidiaria local de la ex Río Tinto, ha dado pasos decisivos para asegurarse un lugar estratégico en el proceso de privatización del Ferrocarril Belgrano Cargas, un activo clave para la logística del litio que extrae en el norte argentino. En un contexto signado por fuertes intereses geopolíticos y una creciente presión inversora, la compañía inició conversaciones formales con el Gobierno nacional entre el 27 de mayo y el 6 de junio, manifestando abiertamente su voluntad de participar en la licitación de la extensa red ferroviaria que conecta 17 provincias a lo largo de 7600 kilómetros.

El periodista Sebastián Premici reveló en El Destape detalles inéditos de los movimientos de la trasnacional destinados a abrochar la concesión del ferrocarril Belgrano Cargas. Según consta en el Registro Único de Audiencias, el 6 de junio se concretó una reunión entre el secretario de Minería, Enrique Lucero, y representantes de Rincon Mining.

En el encuentro, la empresa expuso su “interés en participar de la licitación del Belgrano Cargas en atención a sus futuras necesidades logísticas” vinculadas a sus operaciones de litio en Salta y Catamarca.

Participaron por la minera el abogado y gerente de asuntos externos Santiago Cicchetti, el director del proyecto Rincon Lithium, Guillermo Enrique Calo, y la directora de relaciones externas para Latinoamérica, Paula Uribe.

Rincon Mining va por el Belgrano Cargas y el RIGI

El interés de Rincon Mining no es casual. La compañía lidera uno de los proyectos de mayor escala en el sector del litio en Argentina. El desarrollo Rincon Río Tinto implica una inversión de 2724 millones de dólares, condición para acceder a los beneficios del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), recientemente promovido por el Gobierno de Javier Milei.

El proyecto de litio de la minera Rincon Mining en Salta fue aprobado para el RIGI.

Este marco normativo otorga ventajas fiscales y cambiarias a proyectos de gran escala, atrayendo la atención de corporaciones globales. El proyecto salteño de la minera ya fue aprobado por el gobierno de Milei, mientras que otra explotación que planea la empresa en La Rioja, sigue en la lista de espera.

La estructura societaria de Rincon Mining refleja el peso del capital financiero internacional y el entrecruzamiento de intereses estratégicos.

Entre los principales de Rincon Mining se cuentan los poderosos fondos de inversión BlackRock Investment Management (UK), The Vanguard Group, BlackRock Fund Advisors y SSgA Funds Management. Además, el gigante estatal chino Aluminum Corp. of China (Chinalco)  detenta un 14% del capital. Esta configuración ha captado la atención no solo del empresariado local, sino también de gobiernos extranjeros.

A nivel global, Rincon Mining mantiene un acuerdo de exclusividad con Tesla, la empresa de Elon Musk, para abastecer su cadena de producción de vehículos eléctricos. En marzo, enviados de Musk visitaron Argentina para asegurar un lugar preferencial en el suministro de litio, lo que anticipa una eventual integración vertical con implicancias geopolíticas. El hecho de que los movimientos de la megaminera ocurran bajo la “estricta mirada del gobierno de los Estados Unidos”, según trascendidos oficiales, refleja la creciente puja entre actores globales por el control de los recursos estratégicos en América Latina.

El Belgrano Cargas representa mucho más que una infraestructura logística: se trata de un corredor esencial para el desarrollo exportador del litio argentino. Su privatización, promovida por el Ejecutivo como parte del plan de ajuste y reordenamiento estatal, ha despertado el interés de varios actores, pero es Rincon Mining quien dio los pasos más concretos. Su intención no se limita a garantizar el transporte de su producción, sino a integrarse verticalmente en toda la cadena de valor, desde la extracción hasta la exportación.

Hacia un monopolio logístico

El eventual ingreso de una megaminera al control de parte de la traza ferroviaria introduce interrogantes sobre la regulación futura del sistema y el acceso equitativo para otros operadores productivos. Sectores sindicales y técnicos alertan sobre el riesgo de configurar un “monopolio logístico” disfrazado de modernización, que podría poner en desventaja a productores regionales más pequeños.

En paralelo, el proceso avanza sin demasiada visibilidad pública ni debate parlamentario. Las reuniones mantenidas entre funcionarios y ejecutivos de Rincon Mining, aunque registradas formalmente, no han sido acompañadas por informes de impacto o audiencias públicas que permitan conocer las condiciones del pliego licitatorio o el eventual rol que tendrá el Estado tras la privatización.

La ofensiva de Rincon Mining sobre el Belgrano Cargas sintetiza buena parte de las tensiones que atraviesan hoy la política energética y económica argentina: concentración de activos estratégicos, protagonismo del capital financiero transnacional, competencia entre potencias globales y opacidad en los procesos de toma de decisiones. Mientras los rieles del litio se vuelven una pieza codiciada del nuevo orden geoeconómico, el país define su futuro productivo en el cruce entre privatización y soberanía.

La motosierra avanza

El Gobierno nacional puso en marcha el proceso de privatización de la empresa estatal Belgrano Cargas S.A., incluida en el listado de compañías sujetas a desinversión en el marco de la Ley Bases. Según el decreto correspondiente, la iniciativa contempla el remate del material rodante y la concesión de las vías, los terrenos linderos y los talleres ferroviarios asociados a las tres líneas que opera la empresa.

Belgrano Cargas S.A. cuenta con una plantilla de 4.377 trabajadores y, durante 2023, registró un déficit operativo de $65.057 millones. La compañía gestiona el transporte de cargas en las líneas Belgrano, San Martín y Urquiza, y actualmente controla el 37% del mercado ferroviario de carga a nivel nacional. El porcentaje restante está en manos de operadores privados.

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