El gobernador de San Luis, Claudio Poggi, defendió la llegada de Monsanto a San Luis ante el repudio de los vecinos del Valle de Conlara, que realizaron una nueva manifestación en contra de la multinacional de los transgénicos repudiada por 52 países el 25 de mayo y resistida en toda Europa, de donde finalmente desistió de instalarse por la resistencia social.
“Vamos a profundizar todos los estudios necesarios para que la comunidad se quede tranquila. Le he dado instrucciones a la ministra de Medio Ambiente (Daiana Hissa) que profundicemos todos los estudios y controles necesarios”, dijo Poggi intentando tranquilizar sobre la instalación de una planta productora de las semillas transgénicas por las cuales Monsanto es repudiada en todo el mundo por las consecuencias que esto acarrea a la agricultura de las regiones.
“Nosotros somos los más preocupados para que el medio ambiente se cuide en todos lados, fundamentalmente en esa zona, donde el turismo es la principal fuente de ingreso. Así que quiero llevarle tranquilidad a toda la zona de que vamos a hacer todos los controles necesarios”, insistió Poggi.
A los vecinos de Merlo no les cae en gracia que una empresa denunciada en todoe el globo por manipulación de pagas, agroquímicos, que destruye las economías de los agricultores a través de sus sistema de patentación de semillas se instale en San Luis, y así lo hicieron saber en un petitorio que presentaron a Poggi.
"La inminente intalación de Monsanto en el Valle de Conlara con el fin de iniciar la producción de semillas genéticamente modificadas (OGM) -señalaron en la misiva- representaría un daño enorme a la salud de la población de nuestra región. Esta particularidad de semillas demandaría la utilización de agroquímicos muy dañinos a la salud y al ambiente (...) debido a la cercanía de nuestra zona de residencia, dichos insumos químicos llegarían a través del viento a la Villa de Merlo y la zona se vería catastróficamente afectada".
La carta destaca: “Tenemos en cuenta que la producción de este tipo de semillas requiere de la quema a gran escala del monte nativo del terreno donde se llevaría a cabo dicha actividad, lo que genera un daño irreparable adicional al medio ambiente. Para el caso, deberán ser desmontados cordones de monte, pajonal, parte renoval, último relicto de Bosque de Algarrobal”.
La carta destaca que “tenemos en cuenta que la producción de este tipo de semillas requiere de la quema a gran escala del monte nativo del terreno donde se llevaría a cabo dicha actividad, lo que genera un daño irreparable adicional al medio ambiente. Para el caso, deberán ser desmontados cordones de monte, pajonal, parte renoval, último relicto de Bosque de Algarrobal”.