Por J. García
Para Diario Las Américas
Monsanto se rinde, no puede con el Viejo Continente. La empresa, conocida por ser el mayor fabricante de cultivos transgénicos del mundo, no va a gastar un dólar más en su intento de implantarse en suelo europeo, donde el mercado de este tipo de productos está mucho más regulado que en Estados Unidos.
El portavoz de la compañía reconoció al diario alemán “Taz”, de forma algo resignada, que no van a “ hacer ningún trabajo de lobby más para el cultivo en Europa”, lo que implica su retirada y el reconocimiento de su fracaso frente a la UE.
Por si su derrota no era clara, el propio Brandon Mitcheneer reconoció que no tienen planes de continuar su actividad en la UE: “Actualmente tampoco planeamos solicitar el permiso para nuevos cultivos transgénicos”.
Los cultivos de transgénicos han encontrado una fuerte oposición entre la sociedad europea, especialmente entre los agricultores franceses y alemanes, aunque no solo. De hecho, el cultivo de alimentos transgénicos se limita a tan solo dos países en el espacio europeo: España y Rumania. Igualmente, la legislación europea es mucho más estricta que la estadounidense y obliga a las empresas indicar si sus productos han sido elaborados o no con este tipo de alimentos.
“Hemos comprendido que por el momento no existe una gran aceptación al respecto”, reconoció Ursula Lüttmer-Ouazane, portavoz de Monsanto en Alemania, informa DPA. Sus declaraciones ponen de manifiesto el revés que supone para la compañía: “No hemos conseguido avanzar durante años. Es contraproductivo luchar contra molinos de viento”.
Desde que comenzaron sus actividades en Europa, numerosas manifestaciones y campañas de concienciación entre la población se han realizado para avisar sobre las posibles consecuencias negativas que sobre la salud pueden tener los productos de Monsanto. Es igualmente conocida la oposición del Ministerio de agricultura alemán hacia las actividades de la compañía de S. Louis. De hecho, en Alemania está prohibida la siembra del maíz transgénico MON810 de Monsanto desde 2009.
“Las promesas milagrosas de la industria de modificación genética no se han cumplido ni para la agricultura en Europa ni para la agricultura en los países en desarrollo o emergentes”, sostuvo una portavoz de dicho ministerio. Como consuelo para Monsanto, que se va sin alcanzar sus objetivos, quedan las declaraciones de apoyo de una diputa del partido Liberal (FDP), Christel Happach-Kasan, quien lamentó la retirada de Monsanto, algo que considera como una “pérdida para Alemania”.
La poca aceptación de los transgénicos el país teutón han provocado que Monsanto no sea la única empresa que haya decidido tirar la toaya: Bayer CropScience, BASF o Syngenta, competidores de la corporación estadounidense, se dieron de baja también en el país germano.
Esta retirada se realiza justo días después de que en todo el mundo se celebrasen manifestaciones contra Monsanto. Para los organizadores de dicha jornada y grupos ecologistas, esta noticia ha supuesto una victoria. Así lo considera Adelita San Vicente, de la organización mexicana Semillas de Vida y que participó el pasado sábado en la marcha de México: “Es una gran noticia”, declaró a DIARIO LAS AMÉRICAS. Sin embargo, esta activista mostró a continuación su preocupación. Curtida en su batalla contra las grandes corporaciones, Adelita mostró su preocupación por los “países en desarrollo, porque tenemos datos que sostienen que los transgénicos han crecido más acá y nos lleva a pensar que presionarán más a nuestro gobiernos que son bastante “presionables”, por no decir sobornables”.
Sin embargo, San Vicente reconoce que es una verdadera victoria: “Me parece que el golpe del sábado (las manifestaciones en todo el mundo) contra Monsanto fue duro... y esto es una verdadera estocada”.
Por otro lado, la Unión Europea ha hecho un llamamiento a todos sus estados miembros para analizar el trigo de origen estadounidense, justo después de que Japón anunciara que ha hallado variantes genéticamente modificadas y no autorizadas en un cargamento proveniente de Estados Unidos.
El país del “sol naciente” suspendió el jueves las importaciones de cierto tipo de trigo de Estados Unidos luego del descubrimiento de una variante experimental que fue probada por el gigante biotecnológico estadounidense Monsanto pero que nunca fue autorizada, informa EFE.
“La Comisión da un seguimiento cuidadoso a la presencia de este trigo genéticamente modificado no autorizado en Oregón con el fin de asegurar que los consumidores europeos estén protegidos de la presencia de modificaciones genéticas no autorizadas y de que se implemente la tolerancia cero de la UE para ese tipo de modificaciones genéticas”, informó la oficina del bloque europeo para la protección del consumidor.
La oficina de protección al consumidor de la UE dijo que los embarques que arrojen positivo en los análisis no serán vendidos, de acuerdo con la política del bloque de “cero tolerancia” de cultivos modificados genéticamente.
Dijo además que había solicitado más “información y garantías” de Estados Unidos y que le pidió ayuda a Monsanto para ayudar a desarrollar un análisis confiable para los granos modificados.