"Monseñor Pío Laghi dijo que no podía hacer nada por mi hijo detenido en la Esma y me recomendó rezar por él"

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La ex Escuela de Mecánica de la Armada. Foto: Juan Rolen/Télam.

Paulina Goldstein de Lewi, de 84 años, declaró este lunes como testigo en el juicio por crímenes de la ESMA y aseguró ante el Tribunal Oral Federal 5 que el entonces nuncio apostólico Pío Laghi le aseguró que nada podía hacer por su hijo Jorge Claudio Lewi, secuestrado el 8 de octubre de 1978, pero “me recomendó rezar por él”.

Laghi fue denunciado ante la Justicia italiana como "cómplice activo" de la represión ilegal, por el sector de Madres de Plaza de Mayo que lidera Hebe Bonafini. Otras madres recordaron mal al ex nuncio a quien entrevistaron en 1979 en Puebla, México. Es recién para esa fecha, que Laghi admitió haber tomado conciencia de la magnitud del horror que se abatía en Argentina. Pero hasta esa admisión está en duda: en julio de 1977, al asesinarse tres monjes y dos laicos de la congregación palotina en Buenos Aires, Laghi y el cardenal Juan Carlos Aramburu se entrevistaron con el ministro del Interior Albano Harguindeguy para decirle que sabían quiénes habían matado a los sacerdotes. Si bien ni Aramburu ni Laghi hicieron público esos nombres, el ex director del Buenos Aires Herald, Robert Cox relató que Laghi "estaba apenado por haber colocado la hostia en la boca del comandante del Primer Cuerpo de Ejército Carlos Suárez Mason", a quien creía responsable de los asesinatos.

Además, la mujer contó que cuando los militares le devolvieron a su nieta secuestrada junto a sus padres, en el auto en que la trajeron “había varios bebés”.

La anciana testimonió por el caso de su hijo y su nuera Ana María Sonder, apenas dos de las 800 víctimas en este juicio y se refirió al caso de su entonces nieta de año y medio Adriana Victoria Lewi, secuestrada junto a sus progenitores.

Rememoró que sus consuegros se comunicaron telefónicamente con ellos en diciembre de 1978 para que concurrieran a su domicilio y al llegar al lugar se encontraron con su pequeña nieta, a quien "los militares les habían traído en un coche".

La mujer relató emocionada que adherida a la ropa de la beba estaba la fotografía de su hijo, extraída de los documentos que los captores le habían quitado, a la que exhibió en la audiencia.

"En el coche tenían varios bebés", dijo la mujer citando los datos dados por sus parientes políticos que habían recibido a la criatura.

La anciana explicó que de acuerdo a testimonios de sobrevivientes su hijo había estado detenido en el centro ilegal de El Olimpo hasta la Navidad de 1978 cuando fue trasladado a la ESMA.

Fuente: Télam

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