Actor, director y activista

Murió Robert Redford, a los 89 años: una leyenda del cine que dejó un enorme legado

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Robert Redford, actor, director y activista, falleció a los 89 años.

El mundo del cine despide a una de sus figuras más emblemáticas: Robert Redford, actor, director y activista, falleció a los 89 años en su hogar de Sundance, Utah, mientras dormía, según confirmó su representante Cindi Berger. Su partida deja un vacío difícil de llenar, pero también un legado que transformó el arte cinematográfico desde sus cimientos.

Redford no fue solo una cara bonita del Hollywood clásico. Aunque su cabello dorado y sonrisa magnética lo convirtieron en ícono de los años 70, su ambición artística lo llevó mucho más lejos. Ganó el Oscar como director por Ordinary People (1980), una obra que marcó el inicio de su etapa más reflexiva y comprometida detrás de cámara.

Fundador del Instituto Sundance y del Festival de Cine homónimo, Redford se convirtió en el padrino del cine independiente. Su visión fue clara: abrir espacio a voces nuevas, alejadas del circuito comercial, y fomentar un cine que dialogara con la realidad, la política y la naturaleza humana.

Una carrera que desafió etiquetas

Desde su debut en War Hunt (1962) hasta su última aparición en Avengers: Endgame, Redford transitó todos los géneros y estilos. Fue el astuto Sundance Kid junto a Paul Newman, el romántico de Tal como éramos, el estafador en El golpe, el periodista en Todos los hombres del presidente y el jugador de béisbol en The Natural. Su versatilidad era tan profunda como su compromiso con los personajes que elegía.

Incluso en roles más oscuros —como los de Downhill Racer o Dile que Willie Boy está aquí—, Redford lograba que el espectador empatizara con lo ambiguo, lo imperfecto, lo humano.

Activismo, arte y autenticidad

Redford fue también un ferviente defensor del medioambiente. Desde su rol como fideicomisario del Natural Resources Defense Council hasta la creación de The Redford Center, su activismo fue inseparable de su arte. Vivía en Utah, rodeado de naturaleza, y desde allí impulsó causas ligadas al cambio climático y la justicia ambiental.

Su cine, su vida y su legado comparten una misma raíz: la autenticidad. Redford no buscó agradar, sino provocar. No persiguió el éxito fácil, sino el impacto duradero. Y en ese gesto, se convirtió en mucho más que una estrella: fue un artista integral, un mentor silencioso y un rebelde con causa.

Un adiós que es también un homenaje

Robert Redford deja tras de sí más que películas memorables. Deja una forma de entender el arte como herramienta de cambio, como espacio de resistencia y como refugio de belleza. Su muerte marca el fin de una era, pero también el inicio de una reflexión sobre lo que el cine puede ser cuando se hace con convicción.

En Sundance, donde el arte florece lejos de los focos, su espíritu seguirá vivo. Porque Redford no solo actuó: sembró. Y su cosecha seguirá dando frutos por generaciones.

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