Según informó la Marina Libia, las fuerzas navales y servicios de guardacostas hallaron este fin de semana los cadáveres de cuatro mujeres durante el rescate de una embarcación precaria que se hundió con 586 inmigrantes irregulares a bordo.
Según revelaron en un comunicado, otras 30 personas, en su mayoría inmigrantes subsaharianos pero también procedentes de Bangladesh, están desaparecidos en las aguas entre Trípoli y la ciudad de Sabratah, situada a unos 150 kilómetros al oeste de la capital.
Entre los rescatados hay once niños y 60 mujeres, varias de ellas embarazadas, precisó el comunicado difundido por la agencia de noticias EFE.
La nota destacó, asimismo, que entre el miércoles y el sábado pasados fueron rescatadas un total de 1.130 personas que trataban de huir en dirección a Europa, la mayor parte de ellos subsaharianos.
De ellas 129 fueron rescatadas de una embarcación el miércoles cerca de Sabratah y 187 a la mañana siguiente en dos botes que también habían salido de las playas de esta antigua ciudad romana, uno de los cuales se incendió con el resultado de 43 heridos, 17 de ellos graves.
Entre la noche del jueves y el viernes fueron interceptadas otras dos embarcaciones en la misma zona, una con 123 personas y otra con 117.
Las playas del oeste de Libia y el sureste de Túnez son los principales puntos de partida para el cerca de medio millón de personas que, según expertos de la Unión Europea y de Naciones Unidas, esperan a que mejoren las condiciones del mar en primavera para tratar de alcanzar las costas de Europa.
El año pasado, más de 5.000, en su mayoría llegados del África Subsahariana, y en manos de las mafias que se aprovechan del caos y la guerra civil que reinan en Libia, murieron al intentar cruzar el Mediterráneo en embarcaciones precarias.