Netanyahu acusó a un líder palestino de instigar el Holocausto

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afp
Fotografía del 30 de noviembre de 1941 de la reunión entre el muftí de Jerusalén, Amin al Husseini, y Adolf Hitler. Foto: AFP

Por Eugenio García Gascón
Para Público.es

El primer ministro israelí sostiene que el muftí de Jerusalén durante la Segunda Guerra Mundial, Amin al-Husseini, fue quien inspiró a Hitler la llamada “solución final”, el exterminio de la población judía de Europa, una afirmación que ha suscitado un amplio debate en Israel. Esa misma idea ya fue avanzada por el propio Netanyahu en la Kneset en 2012, y ahora la ha recuperado en el contexto de lo que los palestinos denominan habba, el ‘levantamiento’ que desde hace algunas semanas sacude los territorios ocupados.

Subliminalmente Netanyahu ha vinculado el Holocausto con la actual dirección palestina de Mahmud Abás, a pesar de que el presidente de Ramala no ha cesado de colaborar muy estrechamente con el Ejército israelí imponiendo una fuerte represión en los territorios de Cisjordania donde se le permite actuar.

Hasta ahora la idea de que Husseini inspiró el Holocausto únicamente había sido avanzada por un pequeño grupo de historiadores, prácticamente todos ellos de ideología sionista, que se mueven en los márgenes de la Historia. Por el contrario, la mayoría de expertos han rechazado la idea, aunque no todos descartan que con el tiempo cobre vigor y llegue a ser mayoritaria.

Varios historiadores, y numerosos políticos, incluido el líder laborista Isaac Herzog, han acusado a Netanyahu de “trivializar” el Holocausto y de utilizarlo con fines políticos en un contexto que no tiene nada que ver con lo ocurrido en la Alemania nazi. Herzog ha calificado las palabras del primer ministro de “distorsión histórica peligrosa”. Sin embargo, ha habido otras voces que han salido en defensa de Netanyahu. Es el caso del ministro de Defensa, Moshe Yaalon. Y también de Yuval Steinitz, uno de los ministros más próximos a Netanyahu, quienes han defendido sin parpadear las palabras del líder del Likud.

Históricamente está fuera de toda duda de que Husseini intentó bloquear el éxodo de refugiados judíos a Palestina y que para ello incluso se reunió con Adolf Hitler a finales de 1941. Pero las indicaciones de que fue un “arquitecto” de la solución final están fuera de lugar según la inmensa mayoría de los historiadores, a pesar de una creciente literatura en ese sentido.

Hablando esta semana delante del Congreso Judío Mundial reunido en Jerusalén, Netanyahu dijo: “En aquel tiempo, Hitler no quería exterminar a los judíos, los quería expulsar, y el Hayy Amin al Husseini fue a Hitler y le dijo: ‘Si los expulsas vendrán aquí, (a Palestina)’. Según Netanyahu, Hitler le preguntó al muftí: ‘Y, entonces, ¿qué debería hacer?’, a lo que Husseini habría replicado: ‘Quemarlos’”. El primer ministro israelí no cita ningún documento que pruebe que la conversación entre Hitler y Husseini se desarrolló en esos términos, como tampoco lo ha recogido así ningún experto.

La profesora Dina Porat, del Museo del Holocausto de Jerusalén, ha respondido que es “incorrecto” lo que ha dicho Netanyahu mientras que otros historiadores lo han calificado de “mentira” o “falsedad”. También se ha acusado al jefe del Ejecutivo israelí de querer exonerar a Hitler de la solución final para cargarle el muerto a Husseini y también, por una regla de tres sencilla, a la actual dirección palestina. El contexto de todo el embrollo apunta en esa dirección.

A estas críticas ha respondido Netanyahu: “Es absurdo. No tenía ninguna intención de absolver a Hitler de la responsabilidad de su diabólica destrucción de la Judería europea. Hitler fue responsable de la solución final de exterminar a seis millones de judíos”. Pero acto seguido ha añadido que Adolf Eichmann declaró que Husseini animó y exigió a Hitler esa decisión. Sin embargo, no ha aportado otra prueba.

Según Netanyahu, el comportamiento de Husseini muestra que los palestinos quisieron exterminar a los judíos incluso antes de que existiera la ocupación. No obstante, el primer ministro elude los documentos históricos, incluidos algunos de ellos de David Ben-Gurion, que indican que el plan sionista consistía en quedarse con toda Palestina, un fin que el transcurso del tiempo ha confirmado con creces. Numerosos historiadores, especialmente palestinos, señalan que el objetivo de Husseini era frenar el éxodo masivo de judíos hacia Palestina durante la Segunda Guerra Mundial, cuando ya se podía percibir que el plan sionista consistía en establecerse en la zona a costa de la población local.

En 1941 los colonos judíos ya llevaban más de medio siglo emigrando a Palestina, y cada vez en mayor número, con el permiso de los turcos y los británicos. Decir que entonces no existía “ocupación” es cuando menos incorrecto puesto que aunque todavía no existía el Estado judío, el fin de sus líderes era claro y diáfano. Algunos historiadores que han criticado a Netanyahu argumentan que ahora el gran Satán no sería Hitler sino Husseini, y por extensión los palestinos contemporáneos que no estarían luchando para crear su Estado sino para exterminar a los judíos.

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