Con trozos de tela que sobraron de las banderas desplegadas en las calles de Mendoza en la pueblada por el agua, asambleístas y vecinos de Tunuyán pusieron manos a la obra y se largaron a hacer barbijos en defensa de la Ley 7722.
Quince personas, entre los que cortan la tela, lo que la cosen, los que pintan y los que entregan los barbijos, están detrás de la fábrica de tapabocas, que funciona a pulmón, tanto en cuanto a insumos como en el reparto.
"La idea es inundar Mendoza con los barbijos de la 7722", suelta entusiasta Benche, una de las integrantes de la Asamblea de Autoconvocados de Tunuyán que participa del proyecto.
"La idea surgió a principio de agosto. Y desde ahí se viene trabajando en la confección. Cada uno lo hace desde su lugar, es difícil moverse por todo lo que se está viviendo.. por lo que se van haciendo por etapas y eso lleva más tiempo", completó en diálogo con Explícito sobre la realización de los barbijos.
Ya repartieron más de 300, todos en Tunuyán, pero el corte y confección sigue a todo ritmo, con la idea de llevarlos a toda la provincia. Para encargarlos hay que contactarse con los Autoconvocados por el Agua Tunuyán.