Los cardenales con voz y voto en la elección del próximo jefe de Estado del Vaticano rezan. No sólo para conseguir la conexión con Dios que los inspire a interpretar a quién quiere el jefe de Papa, sino también para no ser condenados por el sorteo de habitaciones en la residencia Domus Sanctae Marthae (Casa Santa Marta), ubicada a metros de la Capilla Sixtina.
Sucede que son menos las habitaciones lujosas en el complejo mandado a hacer por Juan Pablo II para alojar a los electores del Papa que los cardenales que estarán en el Cónclave. La más lujosa de todas es la que servirá de residencia transitoria al Papa electo, mientras que otras 106 tienen un nivel de confort más alto que el resto de las que conforman el hotel de los cardenales.
Y los electores del sucesor de Benedicto XVI son 115. ¿Adónde pernocta cada uno? Que lo diga la suerte, es la regla que se aplicará ante la inmediata reunión del Cónclave que se iniciará este martes por la tarde y se extenderá hasta que la chimenea más famosa de todas expulse humo blanco, ni un minuto antes ni uno después de que la totalidad de los cardenales convocados se pongan de acuerdo en cuál es el deseo de Dios, como lo explican los catequistas católicos que predican la doctrina de Roma.
La pieza que tiene la llave número 201 es la que le corresponderá al Papa electo, quien deberá permanecer en ese sitio hasta que los encargados de atenderlo en el Vaticano terminen de acomodarle el lujoso departamento que desocupó el alemán Joseph Ratzinger.
“La vez pasada, el período en que el Papa vivió en un lugar ‘provisorio’ fue más bien largo”, dijo el domingo el vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi. “Había mucho que ajustar” en el departamento Apostólico luego de un papado extenso como el de Juan Pablo II, que ocupó el trono de Pedro entre 1978 y 2005.
La residencia Domus Sanctae Marthae consta de cuatro plantas y un total de 129 habitaciones, de las cuales 106 son suites, 22 habitaciones dobles y un apartamento. Durante el cónclave cada cardenal se debe alojar en solitario, y su principal preocupación es procurar una pronta elección papal, la ocupación final de las habitaciones depende del resultado del sorteo a cargo del camarlengo.
La casa es administrada por la congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul. Cuando no es usada para el cónclave, la misma sirve de residencia para los cardenales y prelados en su paso o estadía por Roma.
Historia de Domus Sanctae Marthae
El edificio que hoy ocupa el Domus Sanctae Marthae fue con anterioridad una casa de asistencia para enfermos, construida por el papa León XIII, para atender a los enfermos de la epidemia de cólera que azotó Roma en 1881. En tiempos del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial fue utilizada para refugiar a prófugos judíos y representantes diplomáticos que rompieron relaciones diplomáticas con Italia.
Con la promulgación por Juan Pablo II de la Constitución Dogmática Universi Dominici Gregis el 22 de febrero de 1996, la casa fue constituida como el lugar de descanso de los cardenales participantes en el cónclave, por lo que, junto con la Capilla Sixtina, el domus se convirtió en una de las dos sedes más importantes donde se desarrolla el cónclave.
