Opera prima argentina en Berlín

Share
Tiempo estimado de lectura: 3 minutos

habi

Florencia Álvarez llegó a Berlín con “Habi, la extranjera”, su opera prima. La película argentina, que protagonizan Martina Juncadella y Martín Slipak, compite en la sección Panorama del 63do. Festival de Berlín, con un relato de amor y tolerancia sobre una joven que encuentra en la cultura islámica el camino para su crecimiento personal.

Se trata de una historia de iniciación y búsqueda de la identidad de una chica provinciana, inocente y pura, que viaja a Buenos Aires para repartir unas artesanías de su madre, pero llega por error a un velatorio musulmán y allí queda subyugada por los ritos, los rezos y sobre todo por el mensaje de solidaridad y amor al prójimo que expresan sus asistentes.

 

Fascinada por esta cultura milenaria, y sin saber muy bien por qué lo hace, esta veinteañera decide no regresar a su provincia, alquila una habitación en una pensión, adopta un nombre falso (se hace llamar Habiba Rafat) y comienza a involucrarse en el estudio y la práctica del islamismo.

 

“Si bien creo que es muy difícil entender el Islam y su riqueza desde un punto de vista occidental, deseo profundamente que la película pueda dar un poco de tolerancia y una comprensión un poco más sincera de las personas”, afirmó la directora, consciente de las connotaciones negativas que pesan sobre esa cultura desde el ataque a las Torres Gemelas en 2001.

 

Álvarez admitió “que el fanatismo existe y hay personas que en nombre del Islam cometen actos tremendos, pero eso también ocurre con cualquier tipo de fanatismo. Recuerdo que una vez un productor me preguntó después de hablarle de la película: `¿Y la bomba?`, y ahí me di cuenta de que este era un filme necesario para cambiar esa mirada negativa sobre una cultura tan refinada”.

 

En una entrevista con Télam, la directora sostuvo que la película “surgió de las preguntas que me hacía muy profundamente cuando tenía 20 años. Ocurre algo muy fuerte en esa edad que te genera fuertes interrogantes sobre tu identidad. Y es un momento en la vida en el que tenés mucha libertad para buscarla”.

 

“¿Qué es lo que define la identidad? ¿Cómo se hace para encontrarla? Yo tenía la sensación de que podría haber sido cualquier otra cosa, que podía convertirme en otra persona y podía ser muy diferente a la forma en la que me habían criado. De esas preocupaciones surgió la idea de esta joven que se pregunta cómo vería el mundo y quién elegiría ser, si pudiera verlo todo por primera vez”, añadió.

 

“Haz para esta vida como si fueras a vivir siempre y haz para la vida del más allá como si fueras a morir mañana”, es una de frase que la protagonista le escucha decir al imán de la mezquita donde decide estudiar, y es a partir de ese momento que su vida empieza a cambiar, enfrenta sus miedos, se enamora, comprende que puede valerse por sí misma y se convierte en una mujer adulta.

 

Según Álvarez, cuando Habi se involucra con la cultura islámica “algo toca por primera vez su corazón de modo genuino. Ella tiene un despertar espiritual en su búsqueda por encontrar su identidad. Aprende el agradecimiento, la compasión, se vuelve una persona más adulta y compasiva. Y empieza a aceptarse a sí misma”.

 

“Sin embargo, esta no es una película sobre el Islam, si no más bien sobre mujeres a gusto con el Islam, gente que elige y está muy feliz y plena con su religión”, advirtió la directora, que no profesa pero conoció el Islam en la mezquita At Tahuid del barrio porteño de Flores, a donde asistió en varias oportunidades para instruirse y conocer mejor esa cultura.

 

La película, una coproducción entre los argentinos Lita Stantic y Hugo Sigman y el brasileño Walter Salles, nació de una idea que la directora tenía desde 1998 y empezó a tomar forma en 2006, a partir de un concurso de la Fundación Proa, en el que uno de los jurados era justamente Stantic.

 

“Buscaba tener un buen productor y desentenderme de muchas cuestiones de las que me encargaba antes, y al conocer a Lita me sentí sumamente privilegiada. Ella es una persona muy comprometida con el trabajo de creación y muy exigente, está muy metida dentro de la película. Fue un aprendizaje muy bueno”, recordó la directora.

 

Y concluyó: “Está muy bueno estar compitiendo en Berlín, porque me parece que es uno de los festivales más importantes del mundo y le permite a la película divulgarse y que se conozca, sobre todo para que ese mensaje de tolerancia llegue a mucha más gente”.

Share