Dos radicales de acá están lanzados a la carrera presidencial 2015. Son los mismos que se lanzaron en el 2010 para el 2011 y se estrellaron cuando sus candidaturas todavía carreteaban: Julio Cobos y Ernesto Sanz. Hoy como ayer, Cobos era el candidato instalado y Sanz se subió al ring para bajarlo, como ayer, después de un acuerdo electoral entre ambos en la provincia atado con hilo fino.
Sanz no tiene elecciones este año para revalidarse, a menos que se concrete el llamado a elecciones de consejeros de la magistratura al que se opone, porque su segunda estadía consecutiva en el Senado data de 2009 y expira en 2015. Cobos tiene que demostrar poderío electoral en Mendoza en agosto y octubre, meses de las PASO y las generales legislativas, donde irá en la cabeza de la lista del radicalismo mendocino.
El resultado electoral que obtenga Cobos será decisivo para su futuro en el contexto nacional. El valor simbólico de los comicios legislativos de Mendoza cuentan con el plus de que enfrentan al enemigo declarado de la Casa Rosada con los candidatos de uno de los gobernadores más mimados en la cúspide del kirchnerismo, el mendocino Francisco Pérez. En los términos de la Casa Rosada se enfrentan "un joven talentoso" con "un traidor".
La estrategia de Sanz para instalarse como enemigo de la Presidenta dio un salto de calidad con las repercusiones de unas declaraciones periodísticas del senador que revelaban su deseo de que le vaya mal a la economía para que el gobierno no gane las elección. Cristina Fernández lo trató de "vago y mediocre" en una de las tantas intervenciones que le dedicó la mandataria desde que Sanz produjo aquellas declaraciones.
La presencia de Sanz en la lista de precandidatos radicales le empantana la cancha a Cobos, quien perdió mucho de su apoyo dirigencial a nivel nacional a manos del senador en la previa de los comicios de 2011. Sanz y Cobos vienen de compartir listas en un proceso interno del radicalismo mendocino que evitó las internas para legisladores con candidatos consensuados, como en 2009, cuando un armado de consenso le permitió a Sanz encabezar la lista de senadores nacionales de "la gente de Cobos", como se promocionaron los radicales en esos comicios.