Al menos 89 palestinos murieron este domingo en ataques israelíes en Gaza, en la jornada más sangrienta desde que el Ejército de Israel lanzó su ofensiva contra la franja, el 8 de julio, informó el servicio de emergencias local.
Ahraf el Qadra, portavoz del servicio, dijo que, de este modo, se elevó a 430 el número total de víctimas mortales de la operación y a 3.000 el de heridos, en su inmensa mayoría civiles, incluyendo 112 chicos muertos, informó la agencia de noticias EFE.
El bombardeo de la Fuerza Aérea, calificado como "una verdadera masacre contra civiles" por parte de las autoridades palestinas, se ha producido en las últimas horas, antes de que el Gobierno hebreo amplíe la operación terrestre que anunció ayer el presidente Benjamín Netanyahu, según informaron fuentes del Ministerio de Sanidad en la Franja.
De acuerdo a un comunicado remitido a los medios por dicho Ministerio, entre los muertos se encuentran tres familiares de un destacado dirigente del movimiento islamista Hamás que perecieron en una vivienda blanco de un bombardeo aéreo israelí que, es de suponer, perseguía acabar con el dirigente islamista. Se trataba de Jalil Al Haya, que no se encontrata en su casa, pero los misiles provocaron la muerte a tres de sus familiares, incluido su hijo Osama Al Haya, pese a que en un primer momento se informó de que eran cuatro los miembros del clan fallecidos.
Imágenes divulgadas por la televisión Al Aqsa de Hamás muestran a varios civiles, entre ellos mujeres y niños, tendidos en el suelo junto a varios edificios y a personas por las calles en una aparente huida del lugar.
Fuente: Télam/Público.es