
El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) constituye un indicador clave para tomarle el pulso a la actividad económica de Argentina. Los resultados de febrero de 2025, informados por el INDEC, reflejan un crecimiento interanual del 5,6% en el sector manufacturero, con un acumulado del 6,6% en el primer bimestre del año. Sin embargo, los resultados del sector energético y vinculado —Refinación del petróleo, químicos, productos de caucho y plástico— se suman a la tupida red de evidencias de la recesión económica que está en pleno desarrollo: cayó la refinación de combustibles en sintonía con la contracción de la demanda.
Desde diciembre de 2023, las ventas de combustibles en Argentina han mostrado una tendencia descendente, acumulando varios meses consecutivos de caídas interanuales y mensuales. El detalle de la evolución es revelador.
- Diciembre de 2023: Las ventas de combustibles comenzaron a mostrar una disminución significativa. En este mes, el precio de los combustibles también experimentó un aumento considerable.
- 2024: Durante todo el año, las ventas de naftas y gasoil continuaron cayendo. En noviembre de 2024, las ventas totales alcanzaron 1.472.085 metros cúbicos, lo que representó una caída interanual del 10,5%. Las naftas disminuyeron un 6%, mientras que el gasoil cayó un 15,6%.
- 2025: En febrero de 2025, las ventas de combustibles al público totalizaron 1.309.505 metros cúbicos, marcando una caída interanual del 4% y una disminución mensual del 7,9%. Las naftas premium registraron un aumento del 11,3%, pero en volúmenes menores, mientras que el gasoil común retrocedió un 14,7%.
Además, las provincias han mostrado variaciones significativas. Por ejemplo, Tucumán lideró las caídas con un descenso del 15,1% en las ventas de combustibles
Índice de Producción Industrial Manufacturero
El conglomerado que abarca Refinación del petróleo, químicos, productos de caucho y plástico presentó resultados dispares en febrero de 2025: una leve recuperación intermensual del 1%, un crecimiento acumulado del 1,9% comparado con el mismo período de 2024, pero una caída interanual del 3,1%. Este desempeño mixto pone de manifiesto tanto desafíos estructurales como oportunidades puntuales en algunos segmentos.
Desglose por subsectores
- Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear: Este subsector experimentó una caída interanual del 7,6%, con un impacto negativo de -0,3% sobre el IPI. Productos claves como naftas (-4,3%) y gasoil (-9,3%) reflejan una menor demanda interna y la influencia de precios internacionales del crudo, mientras que el fueloil retrocedió un 12,4%. Sin embargo, la producción de asfaltos creció un extraordinario 216,5%, impulsado por proyectos de infraestructura vial, lo que generó un impacto positivo de +0,3%.
- Sustancias y productos químicos: Registraron una contracción interanual del 1,6%, arrastrados principalmente por el descenso en agroquímicos (-30,7%), cuya producción fue afectada por la reducción en la compra de insumos agrícolas como fertilizantes. En contraste, los productos farmacéuticos mostraron un crecimiento notable del 12,4%, impulsados por un incremento en la producción destinada a exportaciones.
- Productos de caucho y plástico: Este subsector sufrió una contracción del 3,7%, con caídas significativas en neumáticos (-26,2%) debido a la ralentización de la industria automotriz. No obstante, las manufacturas de plástico registraron un leve aumento del 1,2%, impulsado por la demanda de envases y embalajes.
Tendencias intermensuales y perspectivas Aunque los resultados intermensuales muestran signos de recuperación —como en refinación (+0,7%) y químicos (+4,6% acumulado)—, persisten desafíos importantes, especialmente en caucho y plásticos (-5,6% acumulado en 2025). Además, factores externos como la volatilidad en los precios del petróleo y restricciones a las importaciones limitan el dinamismo del sector.
Comparativa con otros sectores industriales Otros rubros manufacturados, como alimentos y bebidas (+9,9%) y equipos electrónicos (+104%), destacan por su alto crecimiento, evidenciando la falta de competitividad relativa del sector energético y químico.