Golpe a Mendoza

Pánico en la vitivinicultura por el corte de la cadena de pagos derivado de la crisis del consumo y las exportaciones: Norton cayó en default

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Bodega Norton.

La vitivinicultura de Mendoza paga con una crisis fulgurante las consecuencias del avance del modelo económico impuesto por el presidente Javier Milei. Una debacle en la cadena de pagos se expandió desde las bases hacia el extremo superior de la pirámide de uno de los sectores con mayor incidencia sobre la economía de la provincia.

La crítica situación advertida por los viñateros desde hace meses, saltó al primer plano de la agenda económica nacional este viernes (31/10/2025) porque se declaró en default la bodega Norton. Las advertencias de los productores primarios activaron una alerta, que cobró estatus de alarma con la caída de la famosa bodega fundada en 1895 por el inglés Edmund James Palmer Norton, quien desembarcó en Mendoza con cepas originarias de Francia.

Miles de familias viñateras están al borde de la desaparición”, planteó días atrás la Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM), a la vez que consideró que la magnitud de la crisis actual no tiene precedentes. Los actores más desprotegidos de la actividad, plantearon con bastante antelación la escalada de la insolvencia que ahora llegó a una de las bodegas top de la industria mendocina.

Nortón blanqueó su incapacidad para afrontar su deuda recién ahora, tres encadenar una seguidilla de incumplimientos. Con la formalización de la cesación de pagos de la bodega, Mendoza entró al universo del agro nacional con empresas desahuciadas por los efectos del modelo de Milei sobre sus operaciones. Desde fines del año pasado, se multiplicaron las declaraciones de default de grandes compañías en diversos sectores de la economía nacional.

Alarma en el mercado del agro: Los Grobo y Agrofina entraron en default

La estructura empresarial del sector agropecuario se conmovió en diciembre de 2024, con la declaración de insolvencia del Grupo Los Grobo, uno de los de mayor tamaño del país, fundado y conducido al default por el empresario Gustavo Grobocapatel, otrora zar de la soja. Luego, la crisis de la deuda se expandió a otros ámbitos de la economía, incluso a los más favorecidos por el gobierno de Mielei, como el energético.

El default de Norton no es solo un problema de la compañía, sino un síntoma de una crisis en expansión, marcada por la recesión económica, la caída del consumo y la pérdida de competitividad para exportar.

Norton se quedó sin flujo para hacer frente a los vencimientos de deuda como consecuencia de una combinación de factores, calcada a la que determinó la misma situación en otras compañías: la contracción del mercado interno, el desplome de las exportaciones y el descalce entre las condiciones financieras que imperaban al asumir la deuda con las reconfiguradas por la gestión de Milei. Norton dio su versión del default en un comunicado de prensa distribuido luego de informar a sus acreedores que no cobrarían en tiempo y forma.

En el parte de prensa, suscripto por el CEO, Tomás Lange, la compañía consignó que la suspención de los pagos a los acreedores fue la mejor alternativa entre varias analizadas para garantizar la continuidad operativa de la empresa mientras atraviesa la crisis enmarcada en un "contexto desafiante para la industria vitivinícola tanto a nivel local como internacional".

Hasta declararse en default, la empresa había incumplido pagos por 1400 millones de pesos, documentados en 108 cheques que fueron rechazados. Así, trasladó su crisis a la cadena de pagos vinculada a las actividades de los acreedores desairados por la bodega. Norton también les debe unos 44 mil millones de pesos a los bancos que la financiaron. Además, tendría otros compromisos que elevarían su deuda a valores desconocidos. Norton cayó en default en un contexto adverso para sus negocios, marcado por la contracción de la demanda.

Los precios más bajo en una década

En el mercado interno, el vino no escapó al retroceso del consumo en general, mientras que las exportaciones se deprimieron como consecuencia del daño que el dólar barato del Modelo Milei le asestó a la competitividad. Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), entre enero y septiembre de 2025, la comercialización total de vinos en Argentina experimentó una contracción del 2,5% en comparación con el mismo período del año 2024.

El default de Norton no es solo un problema de la compañía, sino un síntoma de una crisis en expansión marcada por la recesión económica y la caída del consumo interno y la demanda externa.

El desempeño exportador también mostró debilidad. Entre enero y septiembre de 2025, el volumen total de exportaciones de vino acumuló una caída del 6,3% respecto al año anterior.

El el sector vitivinícola atraviesa uno de sus momentos más difíciles en años. advirtió el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), de la Fundación Mediterránea, en su último informe sobre la coyuntura económica de Mendoza. La magra performance obedece -sostiene el informe- a la conjunción de una serie de factores: caída del consumo mundial, precios deprimidos, acumulación de stocks y abandono de viñedos forman parte de un cuadro que golpea de lleno a productores y bodegas.

“El exceso de oferta se refleja en la acumulación de stocks vínicos y en la pérdida de rentabilidad del productor primario”, advierte el IERAL. Agrega que los precios promedio de los vinos varietales exportados acumulan una baja del 30% en dólares constantes desde 2013.

Otro factor dañino para la industria detectado en el trabajo pasa por el crecimiento del stock de vinos. Los inventarios de vino, medidos en meses de consumo, pasaron de un promedio de cuatro meses antes de 2010 a casi siete en la actualidad, y podrían superar esa cifra hacia mediados de 2026. “Este aumento refleja el desajuste entre producción y ventas, y constituye un factor central en la caída de los precios”, advierte el trabajo.

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