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Por Ignacio Uzquiza
Para Télam
Unos 800 argentinos festejaron en el Fan Fest de la FIFA en Río de Janeiro el triunfo de la Selección contra Nigeria por 3 a 2 bailando música de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota que eligió la organización del evento al finalizar el encuentro desarrollado en Porto Alegre.
Los argentinos que viven en Río de Janeiro y los que prefirieron seguir el desarollo del certamen desde la ciudad con una de las playas más lindas de Brasil se juntaron en el Fan Fest, ubicado en la playa de Copacabana.
Desde que se abrió el predio, los argentinos fueron llegando para mirar el partido en la pantalla gigante ante la hostilidad de los hinchas locales que vivaron a Nigeria desde antes de comenzar el encuentro.
La camiseta 10 de Lionel Messi fue la más usada por los hinchas argentinos, que también llevaron banderas blanquicelestes y algunos hasta se animaron a pintarse la cara.
No faltaron tampoco las remeras de River Plate y Boca Juniors como tampoco la de Godoy Cruz de Mendoza, Newell`s Old Boys y Rosario Central y hasta una de Brown de Puerto Madryn, entre otras.
Con el ingreso del equipo de Alejandro Sabella al campo de juego, los argentinos comenzaron a entonar el ya conocido "Vamos, vamos Argentina, vamos, vamos a ganar", como si estuviesen en el estadio Beira Río, de Porto Alegre.
El gol tempranero de Messi se gritó como un desahogo después de la pobre actuación ante Irán, a pesar del triunfo agónico, y de a poco comenzaron las canciones de cancha presagiando un trámite sencillo.
Sin embargo, el rápido empate nigeriano de Ahmed Musa dio lugar al griterío de los brasileños y de simpatizantes de otras selecciones.
Luego, llegó el golazo de Messi de tiro libre y tras el griterío del festejo, el hit cambio a "Olé, olé, olé, ole, Messi, Messi". En la segunda parte, el gol de Ahmed Musa y el tercero de Marcos Rojo se vivieron de la misma forma que los del primer tiempo.
Cuando terminó el partido sonó Jijiji, el clásico de Los Redonditos de Ricota y la fiesta pasó de futbolera a ricotera al grito de "No lo soñé..." y al ritmo corporal del pogo más grande del mundo. Justo en la casa o mais grande do mundo.