Tras el peor día desde que empezaron las negociaciones salariales con los estatales, Francisco Pérez terminó la jornada en la Fiesta de la Cosecha del Aeropuerto intentando que la vendimia alcanzara por fin vuelo en la agenda. Desde el alba el gobernador estuvo de reunión en reunión intentando conseguir la plata para desactivar el conflicto salarial con los docentes.
Abatido pero ensayando sonrisas, el mandatario se enteró de la noticia menos deseada de la semana vendimial al filo del inicio de la fiesta en la que funcionarios y reinas, además de empresarios y personajes variopinto, juegan a ser cosechadores.
Pérez encaró su discurso protocolar conociendo el fracaso de las negociaciones en la Subsecretaría de Trabajo que le abren el peor de los escenarios con el sindicalismo de cara a la anunciada protesta de todo el arco estatal. Nada impidió que se calzara el delantal y la mini canasta para intentar cosechar otra cosa que no fueran los generosos epítetos que le dedicaron los paritarios docentes.
Desde ahí se centró en los festejos del viñedo del aeropuerto. La música del Ensamble Orquestal de la Cosecha y las voces de Susana Baca, y Verónica y Patricia Cangemi lo distrajeron de los bombos con que los maestros exigen que se les pague un sueldo acorde a la canasta básica familiar.
“Vendimia es un homenaje a la cultura del trabajo y del sacrificio de los mendocinos y las mendocinas", ensayó Pérez al cierre de la fiesta. A los pocos segundos de pronunciar la frase le pasaron la mala nueva: la paritaria docente tuvo un nuevo fracaso y los maestros planean una nueva huelga con movilización.