Por Javier Polvani
@javierpolvani
El cambio en la conformación accionaria de YPF entre la construcción de los pliegos de licitación y el análisis oficial de las propuestas por 12 áreas petroleras de Mendoza fue la causa principal para que el gobierno de Francisco Pérez declarara fracasado el proceso licitatorio del tercer grupo de áreas que sacó a concurso la provincia desde que recuperó la potestad para hacerlo.
Así lo reconoció el gobernador Francisco Pérez al mismo tiempo que resaltó una situación particular de la petrolera nacional frente a estas áreas: "YPF estaba asociada en UTE con empresas que no eligió la actual conducción de la compañía", expresó Pérez.
Antes de partir a China, Pérez decretó la caída de la licitación de las últimas 12 áreas petroleras ofrecidas por la provincia, de las cuales 11 tenían oferente y una había quedado desierta. El mandatario enfatizó que la conducción de YPF actual, encabezada por Miguel Galuccio, no eligió a los socios locales que estaban presentados en UTE con YPF y por lo tanto no estaba dispuesta a seguir adelante con el mix societario en Mendoza, que unía a la compañía con Andes, de los empresarios Daniel Vila y José Luis Manzano, en la explotación de tres áreas, y con Energía Mendocina, del sureño Omar Álvarez, en otras cuatro áreas.
Los empresarios mendocinos se alistaron en la licitación merced a un acuerdo con Sebastián Eskenazi, del grupo argentino Petersen, CEO de YPF, en la última parte de la gestión bajo mayoría accionaria de Repsol. El gobernador dijo que la nueva conducción estatal de la empresa petrolera no estuvo de acuerdo en seguir adelante con las sociedades cerradas por la gestión de Eskenazi. Además, confirmó que Galuccio le adelantó que a YPF sólo le interesan algunas de las áreas ofrecidas por Mendoza y no la totalidad como en la última apertura de sobres.
Pérez dijo que la oferta económica y de inversión de los oferentes no se condice con la potencialidad del subsuelo mendocino licitado. Confirmó además que la tercera ronda de áreas licitadas por la provincia se rediseñará de manera que ocho de las doce áreas actuales se subdividirán con lo cual se pasará a disponer de 20 áreas. Según, el mandatario esto hará más eficiente la exploración y extracción de crudo y posibilitará más puestos de empleo y mejores ingresos por regalías para el Estado.
Alejandro Neme, presidente de la Empresa Mendocina de Electricidad (EMESA), informó que a partir de ahora la compañía estatal que comanda "actuará como propietaria de los derechos sobre el petróleo de la provincia", mientras que Pérez dijo que se estudian formas de asociación entre EMESA y las futuras oferentes de las áreas que se reestructurarán. Así la provincia tendría ingresos directos por la rentabilidad del negocio además de los previstos por regalías, se entusiasmó el mandatario.
"El objetivo estratégico de Mendoza es hacia el petróleo no convencional. En las áreas caídas hay cuatro que se encuentran en la región de Vaca Muerta, Lindero de Piedra, Sierra Azul Sur, Puelén y Agua Botada. La provincia tenía muchas expectativas y no fueron cubiertas por los oferentes", explicó Neme.