Francisco Pérez salió a marcar claramente la postura del Gobierno de Mendoza respecto al caso de Morena Pereyra, de 7 años, quien estuvo perdida desde el sábado en la noche hasta el lunes en la mañana, en circunstancias que están bajo investigación judicial. Al mismo tiempo, se conoció que la Justicia calificó como el caso como "privación de la libertad" -secuestro, en términos coloquiales- después de recabar las pruebas iniciales sobre el hecho.
El martes en la mañana, Pérez circunscribió las causas de la desaparición temporal de la niña a motivos surgidos "del entorno familiar" antes de que la Fiscalía de Delitos Complejos diera información concreta al público para poder hacer una hipótesis con fundamentos.
"La línea investigativa no va por el lado de la trata de personas, sino que apunta al entorno familiar", declaró el gobernador ante las ansiedad de los periodistas que lo siguieron hasta la reinaguración de un centro de salud en Barrancas, Maipú, en un acto que mezcló la gestión con la campaña electoral de la fórmula del oficialismo del PJ merced a la presencia en primer plano para las fotos de difusión de Adolfo Bermejo y Diego Martínez Palau.
En declaraciones citadas por el portal MDZ, Pérez aseguró que Morena "no presentaba ningún cuadro de deshidratación" en flagrante contradicción con la afirmación a los medios de la madre de la niña, quien aseguró que no bebió agua durante el cautiverio.
La fiscal especial Claudia Ríos, a cargo de la investigación, desmintió ante la prensa que tenga información sobre la existencia de un pasaporte a nombre de Morena Pereyra, que llevara a avaluar un posible plan para sacar a la niña del país. Si bien la fiscal dijo que no abundaría en declaraciones sobre los testimonios y otras pruebas que recabó, desde su dependencia y del entorno policial con el que trabaja habitualmente la magistrada desde el lunes filtraron datos sueltos a los medios.
Esas filtraciones, que incluyeron trozos de la declaración obtenida de la víctima del delito en investigación a través de la cámara Gesell fueron la base de la construcción de una hipótesis compartida en términos generales por las publicaciones según la cual el secuestro de Morena se produjo como consecuencia de disputa de su padre devenida de su trabajo como peón de taxis. La Policía y la Fiscalía hicieron circular esa línea de investigación, a pesar de la importancia que le adjudicó Ríos al secreto de sumario cuando enfrentó a los medios sin intermediarios.