El gobernador Francisco Pérez mandó al Subsecretario de Trabajo, Mauricio Guzmán, a anunciar que el martes terminarán de cobrar los empleados públicos provinciales, luego de tener que desdoblar los pagos por falta de efectivo en la caja del Estado y la negativa del Banco Nación a soltar financiamiento eternamente.
Los gremios de los trabajadores del Estado están en alerta y movilización desde el fin de la semana pasada. El SUTE protestó este lunes en la Casa de Gobierno. ATE, que coordina acciones frente a la coyuntura con AMPROS, SITEA y Judiciales anunció un piquete en Colón y 9 de Julio, de Ciudad, el martes en la mañana, "si en el transcurso del día (lunes) no están depositados todos los sueldos".
[iframe_Ivoox src="http://www.ivoox.com/player_ek_9243561_2_1.html?data=mpehlZqadY6ZmKiakpWJd6KkkZKSmaiRdI6ZmKiakpKJe6ShkZKSmaiRkcLp087Qy9SPi9buzoqwlYqldc%2BfxtOYxdTSqsbmxtPQy8aPqMaf0dfS0NjFcYarpJKyurWwaaSnhp2xpa64k46ZmKia&"][/iframe_Ivoox]Guzmán salió a dar una conferencia de prensa el lunes en la mañana. Con la premisa de priorizar el pago a los estatales que no cobraron en término, el funcionario dio vueltas sin precisar la situación financiera provincial. Dijo vagamente que en diciembre se depositarán los sueldos sin problemas.
La actual gestión no tuvo problemas para hacer frente a la plantilla completa de salarios en tiempo y forma mientras mantuvo buena sintonía con la Casa Rosada. En enero, Pérez adelantó los comicios provinciales y más tarde se cortó con Carlos Ciurca y Juan Carlos Mazzón contra los candidatos del kirchnerismo en las PASO locales, que fueron la antesala de una derrota catastrófica en las generales que no sólo desalojó al justicialismo del palacio de la calle Peltier, sino también de seis comunas que dominaba.
La debacle electoral de la mano de una estrategia craneada con el kirchnerismo en la trinchera contraria significó el principio de los peores problemas para la administración de Pérez. El Banco Nación demoró una vez la autorización para pagar sueldos aún sin que el Estado tuviese fondos para evidenciar el principal de la administración en la coyuntura mes a mes: gasta más de lo que recauda.
El panorama financiero se comió la transición en términos mediáticos, ya que hasta ahora de lo único que se trató en la provincia en materia política al margen del proselitismo fue cómo superar el déficit. Primero, Pérez dijo que negociaría con el Banco Nación una solución estructural a la deuda, sobre la base de una ley aprobada en la transición que autoriza a los gobernadores a endeudar la provincia.
La Rosada incendió esos planes y Pérez quedó sólo y sin plata. Solo porque el pacto inicial con Cornejo le costó las peores acusaciones en la interna del peronismo. Y al final como tampoco pudo cumplir con las condiciones acordadas con el electo, Pérez fue acusado de los peores males de un administrador por el coro radical que trabaja en la transición para Cornejo.
El líder del sindicato de docentes, Adrián Mateluna, graficó la situación de Pérez: "En estos días una comunicación del Gobierno tiene poco valor. Acá lo que hace falta es que se deposite la plata en los cajeros”.