El gobernador Francisco Pérez y el electo Alfredo Cornejo comenzarán a negociar cara a cara con los ejecutivos este lunes en un cónclave compartido en la Ciudad de Buenos Aires. El hecho que unió al peronista con el radical es la falta de recursos para completar los gastos que insume la provincia, ergo: el déficit estructural.
Mendoza está negociando el contrato del Banco Nación como agente financiero. Cornejo pretende a cambio una línea de créditos para privados y el financiamiento del Estado local por parte de la entidad estatal, explicitó el vocero radical de la transición Enrique Vaquié, quien dio por hecho que sobre esos ejes empezaría a negociarse. Pérez le bajó el precio a esas expectativas más tarde.
Son al menos seis mil millones de pesos los que pretenden Pérez y Cornejo, alrededor del 20% de un presupuesto anual, millones más o menos. El peronista para terminar el mandato con aire financiero de modo de no tener irse del gobierno con la provincia en rojo por todos los ministerios y reparticiones. El radical para no tener que ajustar de golpe las cuentas solamente porque sólo halló deudas en las cuentas provinciales.
En el medio de la negociación con el Banco Nación hay múltiples variables que pueden actuar a favor o en contra de los intereses del mandatario y el electo de Mendoza. El comando kirchnerista del banco, el interés del peronismo de Mendoza por obstaculizar el inicio del próximo mandato para no pagar solos la debacle de las cuentas y los celos de los radicales con aspectos políticos de la negociación del traspaso del gobierno, son algunas cuestiones en juego.
Cornejo asumirá en diciembre con una fuerte del establishment provincial para que recorte el gasto público en pos de transferir fondos a obras y servicios contratadas con sus empresas. Los gremios estatales desde principio de año movieron sus piezas para acomodarse a esperar la reacción del nuevo gobierno ante las presiones de los empresarios, que apuntan todas a sacarle plata al empleo público.
El Banco Nación es el agente financiero de la Provincia, es decir: canaliza el flujo de plata del Estado provincial y cobra por ese servicio. A cambio, supo autorizar grandes descubiertos al gobernador Pérez, quien de lo contrario muchos meses no hubiese podido cumplir en tiempo con el pago de salarios de los estatales, pero 6.000 millones de pesos es un monto de cuantía mayor.
