Según el pronóstico de cosecha del INV, la producción de uvas en Mendoza aumentó 22% de una temporada a otra pese a las tormentas graniceras que afectaron, sobre todo, al Sur y al Este.
El último fin de semana la piedra afectó mil hectáreas cultivadas de Junín y Rivadavia y, por la magnitud del fenómeno, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) postergó la entrega del pronóstico de cosecha de uva que tenía previsto difundir el lunes.
Sin embargo, el relevamiento de los daños arrojó que el pronóstico es mejor al "normal" que se esperaba según había anticipado el titular de ese organismo, Guillermo García. Mejor incluso que el crecimiento de la media nacional, que fue de 18%.
Para la provincia de Mendoza, se espera una producción de 18.110.000 quintales lo que significa un crecimiento del 22% con respecto a la al año pasado. En tanto que para todo el país se espera una cosecha de 26.600.000 quintales de uva.
Para San Juan el INV estima una producción de 7.011.000 quintales de uva lo que significa un incremento del 16%.
El informe destaca la buena sanidad de los viñedos y aporta datos sobre los elementos que afectaron a la cosecha de esta temporada:
Granizo: afectó a departamentos de la provincia de Mendoza (San Martín, Junín, Lavalle, Luján y San Rafael entre los de mayor incidencia), provincia de San Juan (Sarmiento) y en las provincias de La Rioja y Catamarca, con distintos grados de daños.
Altas temperaturas: se produjeron olas de calor importantes en San Juan (se sumó el viento Zonda), La Rioja y Catamarca. En estas dos provincias además influyó un significativo déficit hídrico.
Deshidratación: en algunas variedades de alta calidad se empiezan a ver síntomas (sobremanera en San Juan) La demora en su cosecha puede ocasionar una disminución de peso en el fruto.
