Asesores de la Presidenta citados por un diario, revelaron que la mandataria quedó "impresionada" por los acontecimientos enn Río y Brasilia, donde grupos radicalizados atacaron edificios públicos.
Dilma Rousseff se reunió con sus principales ministros para discutir los efectos de las manifestaciones que se desarrollan en todo el país, y que el jueves en la noche reunieron un millón de personas en unas 80 ciudades, en varias de las cuales hubo represión policial. Los indignados anunciaron que continuarán las protestas callejeras.
Según asesores presidenciales citados por el diario Folha de Sao Paulo, la presidenta quedó impresionada por los acontecimientos en Río de Janeiro y en Brasilia, donde grupos radicalizados atacaron edificios públicos.
La mandataria, anticipó el periódico, pediría informes al ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, y al director de la Policía Federal, Leandro Daiello, para tener un diagnóstico de situación antes de tomar medidas de fondo.
También durante la mañana, Dilma Rousseff analizó la situación con el vicepresidente, Michel Temer, quien el martes canceló de urgencia una gira que estaba realizando por Israel.
Rousseff también canceló ayer una visita oficial a Japón, que estaba agendada para la semana próxima.
El jueves en la noche la mandataria siguió los acontecimientos desde la sede el gobierno, el Palacio del Planalto, a unos 500 metros de la sede de la Cacillería, el Palacio de Itamaraty, que fue atacado por manifestantes.
Fuente: Télam