El proyecto fue sancionado este martes por la Cámara de Senadores. El Ejecutivo, que lo impulsó tras el asesinato del taxista Moreira, tiene un mes para reglamentar la norma. Rechazo de los dueños.
En seis meses todos los taxis y remises de Mendoza deberían contar con cámaras de seguridad, aislación de blindex entre los choferes y los pasajeros y GPS. Así lo establece el proyecto que fue convertido en Ley este martes en la Cámara de Senadores. La norma también establece que debe avanzarse hacia un sistema de abono prepago de los pasajeros de forma que los conductores no manejen dinero en efectivo.
La iniciativa fue planteada por el gobernador Francisco Pérez inmediatamente después de que asesinaron al taxista José Moreira en pleno ejercicio de su oficio. Por presión de los dueños de los autos negros y amarillos, la Cámara de Diputados había ampliado el tiempo para que los vehículos fueran adaptados a la norma, cosa que quedó firme este martes al ser convalidada por la Cámara Alta, que actuó en este caso como revisora. La medida afecta por igual a los remises habilitados en la provincia.
La semana pasada, la Cámara de Diputados modificó la sanción inicial en lo concerniente al plazo de aplicación de la ley y la instalación de mamparas en los vehículos; por lo cual la propuesta debió ser revisada por la Cámara de Senadores.
La norma establece que la instrumentación de los aspectos considerados deberá realizarse en un plazo no mayor a 180 días contados a partir de la fecha de la promulgación de la Ley, debiendo los propietaarios acreditar en dicho plazo su colocación ante la Unidad de Control Técnico de la Secretaría de Transporte, quien determinará previamente las características técnicas de los mismos.
La Legislatura determinará, en el marco de la Ley Impositiva, el monto de los beneficios impositivos que pudiesen corresponder a los permisionarios, a fin de la implementación de los sistemas de seguridad.
En un plazo de 30 días, la Secretaría de Transporte deberá establecer la nómina de vehículos aptos para la colocación de mamparas de seguridad, además de los tipos y condiciones de que estos artefactos deberán presentar para ser habilitadas para su colocación.
Los dueños de taxis y remises, que desde un principio se opusieron al proyecto, serán sancionados en caso de no cumplir con la norma. Para supuestos de ese tipo la ley prevé la aplicación de la sanción dispuesta por el Artículo 181, inciso ñ, de la Ley Número 6.082, que da lugar a la revocación inmediata del permiso, que será readjudicado únicamente a choferes de taxis y remises, siempre que no sean permisionarios de los mismos. Además fija que dentro de los 30 días de promulgación el Ejecutivo procederá a la reglamentación de la presente Ley.
Rechazo de los propietarios
Aprotam, la cámara que nuclea a los empresarios de los taxis, dejó constancia antes de la sesión que se opone a la eliminación del pago en efectivo, porque "afectaría el flujo de pasajeros actual del sistema". En este punto, los dueños de los taxis esgrimieron que si el pago se dispone por vía de tarjetas de débito o crédito impediría que fueran sus clientes quienes no estén bancarizados, mientras que también rechazaron la implementación de un sistema similar al de Red Bus que utilizan los micros porque "atentaría contra las posibilidades de los clientes ocasionales y turistas.
Los propietarios también rechazaron la colocación de blindex porque, según esgrimieron, "los autos que actualmente conforman el parque de vehículos de alquiler no son aptos para la instalación de las mamparas". En ese sentido, exigieron que el Gobierno les diga qué autos utilizar para poder colocar los blindex de protección a los choferes.
